miércoles, 23 de febrero de 2011

Incompatibilidad de Rh y peligros para el embarazo

rojo
Uno de los primeros y más importantes análisis que debe hacerse la mujer embarazada es el de sangre. Este análisis básico determina qué tipo de sangre tiene y cuál es su factor Rh. Y es que el factor Rh desempeñará un papel importante en la salud del bebé.
El factor Rh es una proteína presente en las células y, de acuerdo con su tipo de sangre, cada persona tiene proteínas específicas de ese tipo de sangre en la superficie de los glóbulos rojos. Existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, AB y O.
A su vez, cada uno de los cuatro grupos sanguíneos se clasifica según la presencia o no en la superficie de los glóbulos rojos de otra proteína que determina el factor Rh. Si la persona es portadora de esta proteína, es Rh positivo; si no es portadora, es Rh negativo.
La mayor parte de la población, un 85%, tiene esa determinada secuencia de aminoácidos que en lenguaje común es denominada habitualmente Rh+. Hay muchas combinaciones posibles según sean los Rhs de los progenitores, pero la sensibilización Rh o la incompatibilidad Rh únicamente puede darse cuando la madre es factor Rh negativo y el padre Rh positivo.

Madre Rh negativo y padre Rh positivo

De entre todas las combinaciones posibles, el riesgo existe cuando se combinan el grupo sanguíneo de la mujer Rh- y el del hombre Rh+, aunque no habría riesgo si el bebé hereda el Rh- de la madre.
Pero cuando una mujer Rh negativo y un hombre Rh positivo conciben un hijo, existe la posibilidad de que el bebé tenga problemas de salud. Es posible que el bebé que está formándose dentro de la madre que es Rh negativo tenga sangre Rh positivo que heredó del padre.
Aproximadamente la mitad de los niños con una madre Rh negativo y un padre Rh positivo son Rh positivos aunque hay que señalar, antes de explicar los posibles efectos adversos, que éstos no se darían normalmente en el primer embarazo sino en los siguientes.

No existe riesgo de incompatibilidad de Rh en el primer embarazo

La madre normalmente no está sensibilizada en el primer embarazo, sino en el segundo o siguientes; a estos efectos se considera primer embarazo cualquiera anterior aunque no haya llegado a término.
Esto significa que, por lo general, la incompatibilidad Rh no es un problema cuando se trata de un primer embarazo ya que, a menos que haya algún tipo de anormalidad, la sangre del feto no entra en el sistema circulatorio de la madre durante el embarazo.
Sin embargo, durante el parto, la sangre de la madre y la del bebé pueden entremezclarse. Si esto sucede, el cuerpo de la madre reconoce la proteína Rh como una sustancia extraña y comienza a producir anticuerpos (moléculas proteicas en el sistema inmunológico que reconocen, y luego destruyen, las sustancias extrañas) para atacar a las proteínas Rh que entran en su sangre.
La mujer Rh negativo embarazada también puede entrar en contacto con la proteína Rh (algo que podría producir anticuerpos) en las transfusiones de sangre con Rh positivo, los abortos espontáneos y los embarazos extrauterinos.
Durante los siguientes embarazos, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre a medida que ella lo alimenta a través de la placenta.
Los anticuerpos Rh no son inofensivos en los siguientes embarazos, ya que si la madre concibe un bebé Rh+ el organismo de la mujer ahora sí va a reconocer las proteínas Rh como cuerpos extraños. Entonces sus anticuerpos pasarán al torrente sanguíneo del bebé para atacar a esas células.
FactorRh

Consecuencias de la incompatibilidad Rh para el feto

Si el organismo de la madre comienza este “ataque” se puede llegar a la dilatación y ruptura de los glóbulos rojos del bebé. Cuando ocurre esta afección, que se conoce con el nombre de enfermedad hemolítica o enfermedad Rh del recién nacido.
Esta enfermedad, cuyo nombre científico es “eritroblastosis fetal”, es un trastorno sanguíneo por el que, dados los tipos de sangre diferentes, una madre produce anticuerpos durante el embarazo que atacan los glóbulos rojos de su propio feto.
El nombre eritroblastosis se debe a la aparición en la sangre circulante de una cantidad elevada de eritroblastos, que son precursores de los glóbulos rojos, que han sido liberados a la circulación.
La gravedad de esta condición puede variar ampliamente. En algunos casos, el bebé no presenta síntomas de la enfermedad; en otros casos puede conducir a la muerte del bebé antes o poco después de nacer. Este trastorno se puede tratar en el útero (antes del nacimiento del bebé) por medio de una transfusión intrauterina.
Cuando el bebé nace, los signos que se pueden presentar como señales de incompatibilidad de Rh son: agrandamiento del hígado o del bazo, hinchazón generalizada, ictericia y anemia. Después del nacimiento, dependiendo de la gravedad de la condición, generalmente es necesario realizar una transfusión de sangre.
Pronto volveremos sobre la incompatibilidad de Rh y los peligros para el embarazo, centrándonos en cómo prevenirlos y el tratamiento de la incompatibilidad con el fin de evitar la enfermedad hemolítica. Sólo nos queda recordar que no estamos seguras de qué factor Rh tenemos y creemos que estamos embarazadas es importante comenzar con las consultas prenatales cuanto antes.

Incompatibilidad de Rh y Test de Coomb

La mayoría de las personas tenemos factor Rh positivo, lo que significa que su organismo produce una proteína hereditaria que se encuentra en los glóbulos rojos. La persona que no presenta esta proteína se considera que tiene Rh negativo. Esto no afecta su salud, pero cuando una mujer tiene Rh negativo, corre el riesgo de tener un hijo con incompatibilidad de Rh.

La incompatibilidad se crea cuando una mujer con Rh negativo y un hombre Rh positivo conciben un hijo, y éste hereda el factor de su padre. Entonces puede darse el caso que algunos de los glóbulos rojos de la sangre del bebé penetren en el flujo sanguíneo de la madre durante el embarazo y durante el parto. Los glóbulos rojos del bebé serán detectados como sustancias extrañas, lo que puede desencadenar una respuesta inmunológica de la madre en contra del bebé, produciendo anticuerpos para destruir los glóbulos rojos diferentes (Rh Positivos).
Generalmente el primer hijo no se ve afectado, a no ser que la madre haya tenido abortos anteriores, pues el organismo de la mujer necesita tiempo para desarrollar los anticuerpos contra la sangre fetal, pero la sensibilización se incrementa en cada embarazo, por lo que aumenta el riesgo de que los anticuerpos de la sangre materna atraviesen la placenta y lleguen al feto. Esto puede provocar que los anticuerpos de la madre destruyan muchas de las células sanguíneas del bebé.


test_coomb.jpgEs muy importante que los padres se realicen un análisis de sangre antes o en los primeros días del embarazo para averiguar si la madre es Rh-negativo y el padre es Rh-positivo y poder prevenir la incompatibilidad de Rh.
El Test de Coomb es la prueba diagnóstica que determina la compatibilidad del grupo sanguíneo de la madre con la del bebé. En casi todos los casos se puede prevenir la incompatibilidad de Rh, para ello la mujer que posee el grupo sanguíneo Rh negativo debe acudir a su médico y llevar un estricto control durante su embarazo. En el caso de que existiera incompatibilidad, inyectan inmonuglobulina de Rh, que previene el desarrollo de los anticuerpos en contra de los glóbulos rojos del bebé. La protección de esta inyección normalmente dura doce semanas, por lo que puede ser necesario repetir el tratamiento durante el embarazo o en posteriores embarazos.
La incompatibilidad Rh se desarrolla siempre que existe una diferencia en el tipo de sangre existente entre la madre y el feto, Rh negativo por parte de la madre y Rh positivo por parte del feto. Las causas pueden ser varias y complejas, entre ellas se encuentra el paso de los glóbulos rojos del feto al torrente sanguíneo de la madre a través de la placenta. Cuando el cuerpo de la madre detecta estos glóbulos rojos, su organismo no tolera esta intrusión con lo que el sistema inmunológico de la madre atacará a estos glóbulos rojos como si de sustancias extrañas se tratara. El organismo de la madre empieza entonces a generar anticuerpos contra los glóbulos rojos que provienen del niño, el peligro aparece cuando existe la posibilidad de que estos anticuerpos traspasen la placenta en dirección al feto, atacando los glóbulos rojos de este.
El primer bebé que tenga la madre no suele verse afectado, ya que el hecho de que el organismo de la madre desarrolle los anticuerpos contra la sangre del feto, requiere algún tiempo. Pero en posteriores embarazos que coincidan con un bebé con grupo sanguíneo Rh positivo si pueden haber inconvenientes. La incompatibilidad Rh provoca desde síntomas muy leves hasta síntomas verdaderamente serios y graves como la hemólisis, enfermedad que destruye los glóbulos rojos y libera la hemoglobina en el sistema circulatorio del neonato.


Esta hemoglobina liberada se convierte en bilirrubina, provocando que el recién nacido tome un color amarillento o como se denomina habitualmente, ictericia de la incompatibilidad Rh, ésta, puede variar desde unos mínimos niveles a unos niveles altamente perjudiciales. rhogam.jpg
Otro problema que además puede presentar esta incompatibilidad es la hidropesía, esta enfermedad es una de las complicaciones severas resultantes de la incompatibilidad, produce una grave anemia al bebé que le puede provocar una insuficiencia cardiaca, una inflamación general de su cuerpo, dificultad respiratoria y finalmente un colapso circulatorio. Como resultado final se produce un desgraciado acontecimiento, la muerte del bebé.
Hay muchas más consecuencias fatales resultantes de la incompatibilidad del grupo sanguíneo, pero por suerte actualmente se utilizan inmunoglobulinas especiales que denominadas RhoGAM y que sirven para prevenir los diferentes Rh de madre e hijo. Gracias a estas inmunoglobulinas, en algunos países ha desaparecido la hidropesía fetal.



 

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