jueves, 21 de abril de 2011

Recuperar a mi hijo o recuperarlo del autismo de:"AUTISMODIARIO.ORG"

Por Ann. A. Mom
Me estremezco un poco últimamente cuando leo historias de niños recuperados del autismo. Me da vergüenza admitir que estas historias evocan una enorme cantidad de autocompasión y de celos en mí. Esto, sin embargo, no siempre ha sido así.
Hace años, las historias de recuperación me llenaban de esperanza para mi hijo John, quien fue diagnosticado de autismo severo en el 2002. Todavía recuerdo cuando leí por primera vez sobre el éxito de la dieta libre de gluten y caseína. Me recuerdo claramente en el pasillo de alimentos naturales en el supermercado, mirando a lo que entonces era una selección minúscula de los alimentos sin gluten (cómo han crecido estas secciones a lo largo de los años!), y viendo a ocho o nueve jóvenes con discapacidades del desarrollo en una excursión de grupo, siendo conducido a través de la tienda con la ayuda de un asistente. Uno de los jóvenes, quizá de unos 21 años de edad con el pelo rubio ondulado, se detuvo y se quedó a pocos centímetros de distancia de mí, con sus dedos curvados en una posición extraña al lado de su cara mientras se fijaba su mirada en algún producto del estante delante de nosotros y gimió un poco. Me quedé allí, temblando unos instantes, temiéndole al futuro, y luego me calmé y me dije, “John no va a ser así. ¡Podemos cambiar su dieta y se va a mejorar!”. Llené mi carro de la compra de artículos libres de gluten y libres de caseína y me fui a casa llena de esperanza.
Los primeros años del autismo transcurrieron en torno a un torbellino de dietas especiales, noches en vela, visitas a especialistas en autismo, extracciones de sangre y resultados de laboratorio, supermercados llenos de una selección cada vez mayor de suplementos alimenticios, visitas de media noche de puntillas al dormitorio de John para ponerle inyecciones de vitamina B12 sin despertarle, terapeutas de ABA entrando y saliendo por la puerta de casa, puzles, rompecabezas y encajables para desarrollar la psicomotricidad fina y tarjetas y fotos con imágenes que cubrían cada centímetro de la casa … todos ustedes conocen la escena. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, a parte del tiempo que pasamos yendo de un centro escolar inadecuado a otro, parecía que todavía había un camino increíblemente largo para recorrer.
La recuperación del autismo no existía en el horizonte.
Comencé a identificarme cada vez menos con los padres que habían visto el éxito repentino con una intervención dietética simple, y me encontré pasando cada vez más tiempo en los foros para los que tienen los niños llamados “de hueso duro”, niños que no responden a ninguna terapia. Claro, que habíamos conseguido un poco de lenguaje funcional, pero no lo suficiente como para ayudarle a sobrevivir de forma independiente. Las habilidades cognitivas también eran una lucha muy real. Los comportamientos se mejoraban durante un tiempo, sólo para volver a caer en picado en obsesiones extremas o en colapsos terribles. Aún así, con todo lo conseguido, había sido bastante decepcionante, así como enormemente costoso.
Estoy bastante segura que hice lo que cualquier madre normal podría haber hecho en circunstancias similares: me cansé y me quedé asqueada de todo este calvario. Entre medias de alabar a mi hijo por sus logros, estoy bastante segura de que también le día algunas miradas de desaprobación y de frustración. Sé que mi mente lo comparaba desfavorablemente con otros niños “normales” de su edad, e incluso a niños de su misma edad que tenían también autismo. No supe manejar todas las rabietas con la paciencia y la voluntad necesaria para entenderlo, de hecho, recuerdo claramente unos gritos espeluznantes procedentes de mi boca. Estoy bastante segura que en ese punto de nuestro viaje a través del autismo, no desprendía muchos de aquellos sentimientos maternales cálidos que había sentido al principio de todo hacia mi hijo. En pocas palabras: estaba quemada.
Pero como todos sabemos, la vida tiene siempre una forma dura de despertarnos a la realidad especialmente cuando más lo necesitamos y cuando menos lo esperamos.
Al igual que muchos niños con autismo, John siempre ha tenido una relación amorosa con el agua.
Tenemos la suerte de que la casa de mis padres está situada en un pequeño lago. Un entretenimiento emocionante para John, siempre había sido pasar el día en el lago, que es justo lo que estábamos haciendo esa tarde de agosto. Yo estaba sentada en una silla de jardín en la orilla, hablando con mi madre que estaba sentada a mi lado. Nuestra conversación iba sobre el autismo, de los libros que habíamos leído, de los sucesos recientes con miembros de la familia y parientes. (Yo había estado fuera del círculo familiar desde hacía casi una década, los graves problemas sensoriales de John siempre habían hecho que fuera imposible asistir a las reuniones o actos de la familia.) Aunque estábamos hablando, todo el tiempo, estábamos viendo de reojo a John y a mi marido jugando en el agua. Mi marido se alternaba entre caerse hacia delante y hacia atrás en el agua, salpicando mucho cuando se sumergía bajo el agua y volvía a salir. John se reía con alegría, poniendo sus manos cerca de su rostro en su manera habitual de puro deleite. Entonces John tomo su turno (tomar turnos, otro de los objetivos que podríamos marcar como dominado: ¡Hurra!); se ponía de pie y se caía como una plancha en el agua, sumergiéndose y saliendo y con un rápido vistazo a su alrededor para ver nuestros ojos de admiración y los aplausos provenientes de la orilla. Un día perfecto de playa, disfrutando de una actividad típica de la infancia, y teniendo la oportunidad de sentarme y conversar con otra persona adulta – no es una ocurrencia común para aquellos de nosotros que somos padres de autismo; ¡conversar tranquilamente!
Mi esposo se sumergía otra vez, y se quedó debajo un poco más de lo habitual. Aparentemente, John decidió que había esperado a su papá lo suficiente y se zambulló bajo el agua mientras que mi marido aún estaba sumergido. Mi madre y yo observábamos desde la orilla, charlando tranquilamente, hasta que ambas sentimos en el mismo momento que algo estaba claramente fuera de lugar; John no volvía a la superficie. Mi marido ya había salido y se estaba quitando el agua de la cara y buscando a John su alrededor. Salté de mi silla y corrí hacia el agua. Juntos buscamos debajo del agua y sacamos a John del fondo del lago arenoso, su cuerpo estaba flácido y muy pesado. La cabeza de John se desplomó hacia atrás y mi esposo y yo nos miramos el uno al otro con horror, ahora nuestro único objetivo era llevar a su cuerpo a través de la distancia de dos metros hacia la orilla. De pronto, sus 40 kilos de músculo sólido se deslizaron fuera de nuestras manos y cayó otra vez bajo el agua, rápidamente lo sacamos de nuevo fuera, con la arena raspándole la piel de los brazos y las piernas.
En lo que debió haber parecido ser el rescate más torpe y más patético del mundo, finalmente logramos llegar a la orilla y dejamos caer a John en la playa arenosa. En ese momento él era simplemente un trozo de peso muerto, que no respiraba, con los ojos cerrados y la piel una mezcla entre azul pálido y blanco fantasmal. Le grité a mi madre, “Llama al 911″ y ella rápidamente corrió a buscar un teléfono. De rodillas, en cuclillas sobre lo que aparecía a mi juicio, el cadáver de mi hijo, un pensamiento se interpuso en mi mente:¿ Esto es todo?,¿ Este es el final? Sólo ocho cortos años de vida con este hermoso niño y he pasado la mayor parte de ellos tratando de arreglarlo y corregirlo? Él va a morir creyendo que nunca pensé que era lo suficientemente bueno para mi.
Me odiaba a mi misma por alguna vez haber pensado mal de John. Aquí, tumbado en la arena delante de mí era solo un niño que le ofrecía una sonrisa a cualquier persona en el mundo, independientemente de sus defectos o deficiencias. Él no juzgó nunca a nadie. Solía acercarse a personas de edad avanzada que acababa de conocer y les ofrecía un apretón de manos. Nunca supo lo que era el rencor; después de cualquier conflicto o rabieta, tocaba suavemente nuestros brazos en un gesto de paz y perdón. Sin siquiera hablar, se las arregló para hacer amigos donde quiera que fuera. ¿Cómo me atreví a presuponer que no era lo suficientemente bueno?
Desesperadamente comencé a tratar de recordar lo que había aprendido años atrás en el curso de primeros auxilios de respiración cardio pulmonar.¡¡ Dios mío, habían pasado por lo menos veinticinco años desde que despreocupadamente había pasado por una de esas clases con los maniquíes espeluznantes vestidos con chándal, por aquel entonces, el mensaje principal que me llevé de esas clases, fue lo escandalosamente divertida que mis amigas y yo encontrábamos la pregunta obligatoria “Annie, Annie, ¿estás bien?” (Una chica de nuestro grupo llamada Annie.) Por Dios, incluso tenía un vídeo de “Primeros auxilios de cómo salvar un niño” que compré después de un incidente cuando John con tres años casi se asfixia con una canica, pero con las incesantes demandas del autismo en nuestra vida, nunca tuve la oportunidad de verlo. Ahora aquí estaba agachada delante de mi hijo aparentemente muerto, con mi cerebro cargado de adrenalina pensando en opciones tales como “limpiar las vías respiratorias”, “dar “x” número de respiraciones” (ni idea de cuántos), “dar compresiones en el pecho” ( otra vez, ¿cuántos?) “, a las víctimas de ahogamiento hay que ponerles el cuerpo de lado “, la lista seguía y seguía….. Hice todas aquellas cosas, en lo que probablemente era la manera más chapucera y fortuita posible, al mismo tiempo que pensaba, que John no se estaba muriendo, si no que ya estaba muerto. Incluso recé. Me avergüenza admitir, que con un máster en filosofía, con marcado énfasis en el existencialismo, había renunciado a la existencia de Dios allí en la universidad, declarándome atea.
Así que ahí estaba yo, rezándole a un Dios en que no creía, haciéndole la respiración boca a boca a mi hijo frío y azulado, los dos mojados y cubiertos de arena y arañazos sangrientos. No oí ni a la ambulancia, ni las sirenas de los coches de la policía, no levanté ni siquiera la vista para ver dónde estaban mi esposo y mi madre. Yo estaba involucrada en una ardua batalla conmigo misma por haber hecho en algún momento creer a este niño angelical, que no era lo suficientemente bueno tal y como él era.
Me auto castigué por todas y cada una de las miradas decepcionantes que probablemente había dirigido hacia él, desde sus primeras sesiones frustrantes de ABA, a los comportamientos indisciplinados en las tiendas de comestibles, a las rabietas violentas e incontroladas derivadas de reacciones de anti fúngicos, antibacterianos, anti-lo que seas. Yo había sido, supuse, una madre horrible.
De repente, algo paso, no sabemos, la naturaleza dió un paso a continuación (Dios? Suerte? Ciertamente, no era fruto de mis esfuerzos RCP (reanimación cardio pulmonar); los párpados de John se agitaron un poco, tomó un respiro por su cuenta y abrió los ojos. Él me miró distraídamente, gimió y comenzó a mover lentamente su cuerpo. Él estaba vivo. Estaba VIVO!
Yo iba a tener una segunda oportunidad. Una oportunidad para amarlo y aceptarlo, con su autismo severo y todo lo que ello conlleva. Una oportunidad para soportar los enloquecedores rituales de sus terapias, la dieta restrictiva, las rabietas, los golpes, los pellizcos, la risa, y la mirada de absoluta confianza y complicidad, cuando su ojos se encontrarán con los mios. Una oportunidad para demostrarle que no es inherentemente defectuoso, sino que era y es amado incondicionalmente, por encima de todo.
En los días y semanas que siguieron al accidente, yo caminaba en un estado de shock y desesperación. No sólo por permitir caducar mis conocimientos de primeros auxilios y de no permanecer lo suficientemente cerca de John mientras estaba nadando, aun era peor, me sentí como si hubiera traicionado a mi hijo con todos mis locos esfuerzos continuados de “intentar arreglarlo”.
Empecé a preguntarme si esto es lo que “ellos” querrían decir; me puse a pensar seriamente acerca de esa gente por ahí que nos condena por intentar arreglar a nuestros hijos. Tal vez tenían razón a pesar de todo. Tal vez con sólo abarcar el autismo y aceptar a nuestros hijos tal y como son en realidad era el camino a seguir. Seriamente, me pregunté, ¿debo dejar de intentar tratar los problemas médicos de John, ¿debo permitir que sus comportamientos autistas sigan su curso?, ¿debo renunciar a tratar de revertir el daño hecho a su sistema biológico entero? ¿Debo simplemente dejar que él sea como es, y disfrutar de la vida de cualquier manera que pueda? De alguna manera, tomar este camino de repente tuvo sentido para mí. Y sin embargo …
En teoría, supongo que habría hecho un material interesante de mi reflexión durante unas cuantas clases de Ética, pero en realidad, tenía ante mí a un niño que tenía (y tiene) una enfermedad médica. ¿Cómo iba a ignorar todos los resultados de los laboratorios que cubrían mi escritorio y casi todo el disco duro de mi ordenador? – aquellos resultados de las pruebas que mostraban múltiples y graves alergias a ciertos alimentos o los informes impresos en colores que revelaron una larga lista de casi medio folio de parásitos patógenos intestinales al acecho en su tracto gastrointestinal? O las pruebas que indicaban la inflamación intestinal severa y mala absorción de ciertos nutrientes? ¿Se suponía que tenía que hacer caso omiso a todos los síntomas físicos, como las erupciones extrañas y la distensión abdominal que le hacía parecer como si siempre estuviera embarazado de ocho meses?, ¿Y los dolores de cabeza que eran tan fuertes que a menudo lloraba ” cabeza duele ” y se golpeaba con tanta fuerza la cabeza que dejaba abolladuras en la pared?
No, en el caso de mi niño en particular, hacer caso omiso a todos estos problemas médicos simplemente no era en mi opinión, una buena opción. Y además, yo no podía pasar por alto el hecho de que una gran parte de la intervención dietética y nutricional en realidad había ayudado de alguna manera. No, no se recuperó. Ni siquiera estuvo cerca, pero tuve que admitir que estaba un poco mejor que cuando empezamos nuestro viaje biomedicinal; habían desaparecido los años de diarrea incesante (que “casualmente” se inició inmediatamente después de la vacuna triple vírica), gracias a una dieta restringida y suplementos alimenticios. Habían desaparecido las pupilas perpetuamente dilatadas y esas noches horribles llenas de gritos interminables. Habían desaparecido las fiebres de 40º que surgieron de la nada cada dos o tres noches. Habían terminado las horas y los días en los que nos evitaba cuando prefería ir a algún sitio y pasar su tiempo completamente solo en silencio golpeando su cabeza contra la pared. En lugar de esos problemas, ahora John tenía un contacto visual bastante bueno, una pequeña cantidad de palabras espontáneas, un fuerte deseo de socializarse y un sentido del humor en aumento. Pero lo más significativo de todos es que ya no parecía estar en constante dolor físico.
La respuesta fue clara: valió la pena, había sido el camino correcto para este niño en particular; mi hijo.
No puedo predecir el futuro, pero no creo que sea una de esas historias de recuperación milagrosa. Hemos ganado y avanzado pequeños pasos en nuestros intentos de recuperación, pero estamos muy lejos de “esa” línea de meta llamada normalidad. ¿Eso significa que debemos dejar de intentarlo?; Creo que no. Lo que ahora me doy cuenta es que en todos mis intentos frenéticos para resolver los problemas médicos y de comportamiento de John, habían terminado gradualmente pasando por alto una gran parte de la ecuación: su bienestar emocional. También sé que todo el amor y el afecto en el mundo no van a reparar ni su cerebro, ni su intestino inflamado y dañado. Estoy segura ahora, que cuando trato de resolver los problemas médicos que contribuyen a sus problemas de conducta, no quiere decir que no me guste quien es él y quiero que sea otra persona, simplemente, significa que deseo desesperadamente que tenga la vida que originalmente iba a tener, sin todas las condiciones médicas que le están reteniendo y lo que le causa su gran sufrimiento.
Y así, durante estos últimos años, he estado trabajando en descubrir cómo caminar por esa línea muy fina entre la reparación del daño físico y mental de mi hijo, y aún así hacerle saber que él es perfecto para mi, tal y como él es. Todavía como, duermo y respiro tratamientos biomédicos. Todavía investigo y si procede (y es accesible), pruebo muchas de las formas en constante evolución de terapias para él. Y parafraseando las palabras de otro padre en biomedicina:” Si el revolcarse en el estiércol de una vaca ayudará a mi hijo a mejorar, lo haría en un santiamén”; pero lo qué ha cambiado desde el incidente, es un examen de conciencia diferente y valorar cómo cada enfoque afecta directamente a John. En lugar de abordarlo con una feroz determinación de “los expertos dicen que esto funcionará”, estoy más receptiva acerca de cómo cada tratamiento o terapia nueva afecta a como se siente John. Físicamente, sí, pero más importante, emocionalmente y espiritualmente. Y si, eso significa recortar un suplemento que se supone que le ayudará, pero es evidente que lo hace sentir como una mierda, o si significa que pasamos menos tiempo en la lectura de palabras de uso frecuente y un poco más de tiempo riéndonos, entonces que así sea. Simplemente, estoy aprendiendo a hacerme esta pregunta: ¿estoy alejándole, haciéndole sentir más solo e inadaptado, o le estoy ayudando a hacer que se sienta más vinculado a nosotros y a todo el mundo?
Más de tres años y medio han pasado desde que estuvo a punto de ahogarse, y muchos de los detalles de ese día se han borrado de mi memoria, pero recuerdo una cosa segura, y aunque esto parezca tan absolutamente obvio, voy a decirlo de todos modos: yo no (y no querría) quiero que muera. Y aunque una gran parte de la rutina diaria de educar y criar un niño con autismo puede ser inmensamente frustrante y francamente exasperante (y estoy escribiendo esto en un día bueno!), Sigo recordándome a mí misma que debo dejar de centrarme en el futuro y mi anhelo desesperado por una eventual recuperación de John, estoy aprendiendo a centrarme en las experiencias que estamos compartiendo juntos. Y quizás la próxima vez, no hará falta un accidente casi fatal para que preste atención a lo que es realmente importante: MI HIJO. Sea o no que alguna vez lleguemos a esa meta difícil de alcanzar de la recuperación del autismo, espero que al final pueda decir que pasé los minutos, las horas y los días disfrutando de mi hijo tal y como es ahora. Creo que estamos en una carrera de fondo y vamos a seguir dando tumbos, a veces cayendo y a veces perdiéndonos en este camino hacia la recuperación. Sólo que ahora, me aseguro de no olvidarme de parar, admirar y disfrutar de algunos de los paisajes del camino.

Esta historia fue publicada originalmente (En inglés) en Age of Autism.








 






























martes, 19 de abril de 2011

algo de psicopedagogia ..... para las mamas q tienen chicos en los colegios.

Trastorno Específico del Lenguaje

Trastorno del lenguaje
El desarrollo del lenguaje durante los primeros años de su adquisición aparece de una forma muy irregular. Esto se puede apreciar en las escuelas infantiles, al ver cómo muchos niños han accedido rápidamente al mundo del lenguaje oral sin ninguna dificultad, mientras que otros presentan serios problemas en su aprendizaje.
Entre los niños que presentan dificultades en la adquisición del lenguaje se ha identifiado un grupo, el Trastorno Específico del Lenguaje (T.E.L.), un retraso en la adquisición de las habilidades lingüísticas que aparece sin alteraciones intelectuales, sensoriales, motores, afectivas o neurológicas.
Veamos algunos aspectos relacionados con el T.E.L., tales como definición, criterios de diagnóstico, factores relacionados, características e intervención.

Definición de Trastorno Específico del Lenguaje

Una característica del T.E.L. es que no se ha definido por lo que es, sino más bien por lo que no es. Esto se debe a que hay gran variabilidad entre las conductas y manifestaciones asociadas con esta dificultad lingüística.
El T.E.L. puede variar tanto en el aspecto del lenguaje que esté afectado (en los sonidos, gramática, vocabulario, uso del lenguaje… ) como en la modalidad dañada (lenguaje expresivo o lenguaje comprensivo)
La tendencia general es que el término T.E.L. engloba tanto a los trastornos del lenguaje de origen neurológico como aquellos otros relacionados con el ritmo y velocidad en la adquisición del lenguaje (por ejemplo, retraso del lenguaje)
No obstante, desde el punto de vista de la intervención logopédica, es conveniente diferenciar entre Retraso del Lenguaje y T.E.L., ya que permite ajustar más finamente las estrategias de intervención y facilita la respuesta educativa necesaria para los niños con dificultades del lenguaje.

Criterios para diagnosticar el Trastorno Específico del Lenguaje

El lenguaje del niño se desarrolla a lo largo de un período amplio de tiempo, y eso dificulta a la hora de dar criterios diagnósticos.
La evaluación del lenguaje para determinar la consistencia o no de T.E.L. se suele realizar mediante el uso de pruebas estandarizadas del lenguaje, superar una prueba para detectar problemas de audición, no presentar episodios recientes de otitis media serosa, no presentar problemas neurológicos, ausecia de malformaciones en la zona oral, poder realizar movimientos de boca, lengua, mandibulares… correctos, etc.
De todo esto se deduce que no es fácil identificar niños con T.E.L.

Factores relacionados con la aparición del Trastorno Específico del Lenguaje

La adquisición del lenguaje de los niños con T.E.L. es retrasada, y ello a pesar de recibir una estimulación lingüística adecuada, una capacidad normal para percibir el lenguaje, un cerebro bien organizado para el aprendizaje y unas estructuras que permitan articular correctamente los distintos sonidos del habla.
Se sugiere que el T.E.L. está asociado a problemas multifactoriales, es decir, la combinación de un ambiente familiar poco estructurado que presente deficiencias en los estímulos lingüísticos ya sea por problemas del propio niño, por causas ambientales o por respuestas negativas a la estimulación lingüística del niño por parte de los adultos (mala estructuración de frases, pobre pronunciación de fonemas…), así como antecedentes familiares de retraso del lenguaje.
No obstante, no es raro encontrar a menudo ciertas discrepancias en la evolución del desarrollo cognitivo y lingüístico.

Características del Trastorno Específico del Lenguaje

A pesar de que los niños con T.E.L. poseen todos los prerrequisitos para la adquisición del lenguaje, la evidencia parece demostrar que su aprendizaje presenta ciertas dificultades.
  • Déficit fonológico: la alteración parece producirse más en los procesos de discriminación auditiva, afectando a los mecanismos que se ocupan de relacionar significado (representación mental o concepto; por ejemplo, la imagen de una bicicleta) y el significante (los sonidos; por ejemplo, la cadena de fonemas que constituyen la palabra “bicicleta”). Utilizan estrategias para percibir los sonidos muy inmaduras, codificando las palabras en términos de sílabas enteras, sin la conciencia de que el habla puede dividirse en unidades más pequeñas.
  • Déficit morfosintáctico: existen serias limitaciones en la habilidad para percibir, procesar y desarrollar reglas que faciliten las generalizaciones lingüísticas, situación que conduce a un sistema gramatical con enormes errores. Por ejemplo, les cuesta mucho utilizar el determinante “la” para todas aquellas palabras del género femenino, aunque en ocasiones si la utilizan bien ante una palabra aprendida.
  • Déficit léxicosemántico: se aprecian serias limitaciones en su vocabulario, ya que adquieren una menor cantidad de palabras conocidas en comparación con niños de su misma edad , unido a una limitada comprensión del vocabulario y a dificultades para recuperar las palabras desde la memoria.
  • Déficit pragmático: se detectan problemas en la comprensión de los actos comunicativos, circunstancia que se da cuando un niño con T.E.L. no responde adecuadamente a una demanda comunicativa (por ejemplo, preguntarle qué ha hecho en el colegio), por razones como la no comprensión del vocabulario usado, cierto grado de confunsión por la longitud y/o complejidad de la oración, el uso de un estilo indirecto en el habla o, sencillamente, porque el niño no desea responder en la dirección adecuada (en lugar de decir qué ha hecho en el colegio, nos cuenta qué ha pasado en el último capítulo de su serie de dibujos favorita).

Intervención en el Trastorno específico del Lenguaje

Dos de las técnicas que más se usan son el moldeamiento (el niño llega por aproximaciones sucesivas a expresar una palabra o enunciado. El adulto refuerza sistemáticamente cualquier aproximación del niño a la conducta meta. Por ejemplo: estamos jugando a las pompas y el niño quiere más, pero no lo expresa de forma verbal. De pronto, el niño dice “ma” (u otro sonido). En ese momento, el adulto refuerza soplando para hacer pompas al tiempo que dice “¡Muy bien. Más pompas!”) y el modelado (el adulto hace de modelo con el objetivo de que el niño imite dicho modelo para instaurar una determinada conducta verbal o corregir un error anterior. Por ejemplo: se juega a esconder objetos. Una vez escondidos se “llama” a los objetos mientras se buscan de modo que el niño nos imite).
Hay que tener en cuenta que los trastornos lingüísticos de estos niños facilitarán la aparición de dificultades de aprendizaje, problemas en el desarrollo de habilidades de comprensión lectora y en los ámbitos social y emocional.
Por ello, se debe colaborar tanto con los padres (para que se comuniquen mejor con su hijo), como con la escuela (y así tratar que las dificultades del lenguaje de los niños con T.E.L. no afecten a su desarrollo emocional, escolar o social).

Conclusión

El Trastorno Específico del Lenguaje o T.E.L. es un conjunto de trastornos en la adquisición del lenguaje, desde el retraso del lenguaje hasta el propio T.E.L. Por ello no hay actualmente una metodología y técnicas específicas para trabajar con estos niños, sino más bien un conjunto de aspectos que tratan los aspectos alterados en cada niño.
Para cualquier otra duda acerca de este trastorno del lenguaje, no dudeis en dejar vuestros comentarios.

Trastornos del lenguaje: Disfasia

Disfasia
Como se ha podido apreciar con el trastorno específico del lenguaje, en la logopedia nos encontramos con multitud de confusiones terminológicas. Y la disfasia no iba a ser diferente.
No obstante, el poner una etiqueta a un niño en particular no debe suponer una gran preocupación, ya que cada uno es diferente, y el tratamiento ha de ser en consecuencia, es decir, individualizado. Aunque si es verdad que, entre profesionales, es necesario tener un término útil al compartir experiencias y establecer una primera toma de contacto.
Hoy hablaremos pues de la disfasia: definición y rasgos de diferencia, etiología, síntomas, evaluación, intervención y pronóstico.

Definición y rasgos de diferencia de la disfasia

Al no existir etiología conocida o síntomas definidos, no queda más remedio que hacer una definición por exclusión, es decir, por lo que no es, señalando sus límites con otros trastornos del lenguaje conocidos.
Por ello, los principales rasgos de diferenciación de la disfasia son:
  • Importancia del retraso en la aparición del primer lenguaje: la aparición de las primeras palabras tras los tres años, de las primeras combinaciones de palabras tras los cuatro años y la persistencia de un lenguaje esquemático más allá de los seis años, indican una gravedad que sitúa al niño muy lejos del retraso del lenguaje.
  • Anomalías en el desarrollo de las distintas etapas del lenguaje: aparecen palabras complejas, adecuadas para su edad, coincidiendo con la ausencia de palabras más sencillas que corresponden a edades tempranas (por ejemplo, conoce la palabra cirujano, pero no médico o doctor), así como cierta simplificación de la frase y omisión de determinantes, artículos… (agramatismo).
  • Existen problemas de comprensión y expresión
  • Existencia de trastornos asociados: dificultades de atención, retraso psicomotor…
  • Lenta evolución
En realidad, todo depende de cada niño; en algunos, las dificultades lingüísticas son las predominantes; en otros, no son más que uno de los varios desórdenes que afectan al niño.

Causas de la disfasia

No existe una causa unívoca de los trastornos generalizados en el cuadro de disfasia, si bien se habla de posibles aspectos relacionales y ambientales, factores constitucionales de base (daño cerebral), posible origen genético…

Síntomas de la disfasia

Desde siempre ha sido muy difícil llegar a un modelo claro que describa los distintos síntomas en alteraciones graves del desarrollo del lenguaje. Esto se debe a que se producen a lo largo del proceso evolutivo y van cambiando de aspecto a lo largo de los años; además, dependen del nivel de las aptitudes del niño, así como de la calidad de las interacciones familiares.
Por eso, se han sugerido diferentes intentos de clasificación para permitir una descripción de síntomas más precisa. Por ejemplo, podemos distinguir niños que hablan mucho con ideas pertinentes, niños que hablan mucho pero que tienen dificultades para adaptarse al contexto, niños que hablan poco pero con información pertinente y, finalmente, niños que hablan poco y cuyo lenguaje es poco operativo.
También se han propuesto varias características descriptivas que se pueden aplicar al lenguaje del niño, independientes de la posible causa que origina las dificultades lingüísticas:
  • no entender el lenguaje aunque sí puede comunicarse con gestos naturales, siendo su expresión nula o casi nula, incluso en repetición.
  • presentar grandes dificultades en la organización articulatoria de sonidos y palabras; sus enunciados se limitan a una o dos palabras, de dificil inteligibilidad, sin mejorar en repetición. En su límite extremo, el niño puede llegar a ser mudo.
  • puede existir cierta facilidad de producción, pero con muy poca claridad e inteligibilidad. Hay una mejoría notable de la calidad de articulación de sonidos en repetición de sílabas o palabras cortas.
  • la comprensión es mejor que la expresión, aunque existen dificultades para entender cuando el enunciado es largo, incluye estructuras complejas, es ambiguo, está descontextualizado o se emite con rapidez. Además, en expresión, hay dificultades al articular los sonidos, fluidez, aprendizaje y uso de nexos.
  • hay grandes problemas de articulación de palabras, siendo la comprensión de las mismas normal o casi normal (no así la de frases). Hay muchas muletillas, interrupciones, equivocaciones…, así como dificultades para mantener el orden secuencial de la oración.
  • se puede presentar un desarrollo inicial del lenguaje dentro de los límites más o menos normales y no presentar problemas de habla, o sólo ligeras dificultades. Sus oraciones tambien están bien estructuradas. No obstante, presentan dificultades en la comprensión, destacando la falta de adaptación de su lenguaje al entorno (la coherencia del tema del que se habla es inestable, pueden existir repeticiones de palabras e incluso de oraciones…)
Estos aspectos no son una clasificiación típica de la disfasia, sino posibles formas que pueden presentar las alteraciones graves del desarrollo del lenguaje.
En lo referido a los síntomas que no son lingüísticos, hay que señalar que algunos casos de disfasia se sitúan dentro de un cuadro de deficiencia mental, aunque su importancia no permite justificar la ausencia del lenguaje o las tremendas dificultades de aprendizaje del mismo.
Se observan con frecuencia problemas o alteraciones en la discriminación de sonidos, en la memoria, en la atención, en las actividades de motricidad fina (realizar trazos con un lápiz en caminos, colorear dibujos, abrochar botones…), alteraciones en el esquema corporal y dominancia lateral (diestro o zurdo) y en la percepción visoespacial; las alteraciones de conducta social y reacciones emocionales parecen depender más del entorno que de los síntomas.

Intervención en la disfasia

Lo más importante es identificar los procesos más alterados y también los que mejor se han desarrollado para construir el mejor tratamiento individualizado para cada caso en particular.
Más que intentar corregir defectos o eliminar barreras, los programas deben adaptarse a cada caso peculiar de aprendizaje que estas perturbaciones definen.
Es imporante facilitar el acceso al lenguaje por parte del niño mediante situaciones privilegiadas de comunicación (como las sesiones individualizadas de logopedia), en las cuales pueda recibir con claridad los elementos lingüísticos que su dificultad no le permite extraer de la estimulación normal del entorno. También se deben tener en cuenta los síntomas no verbales y así reconstruir las bases de la adquisición del lenguaje y sus primeras etapas.
Los sistemas de comunicación alternativa y aumentativa se usan cada vez más, no como último recurso frente al fracaso de otras estrategias de intervención sino de forma precoz cuando existe un alto riesgo de ausencia o casi ausencia del desarrollo del lenguaje oral, ya que no sólo permiten una comunicación alternativa, sino que favorecen la aparición o mejoría del lenguaje oral.

Conclusión

La disfasia es un trastorno compuesto por numerosos déficits no lingüísticos asociados a los trastornos del lenguaje, si bien no se sabe si como causa, consecuencia o diferentes manifestaciones de un mismo problema original o de la combinación de varios trastornos.
Por ello, una intervención debe iniciarse a través de una relación de un terapeuta, un niño y una familia. Se intentará hacer una estimulación global que atienda los trastornos lingüísticos, psicomotores, cognitivos y/o sociales.
Aunque existen muchas evoluciones posibles, hay que ser conscientes que la disfasia constituye un grupo de trastrnos graves cuya recuperación es larga. No obstante, el diagnóstico diferencial es difícil de establecer antes de los 6 ó 7 años, pero la importancia del problema y sus consecuencias aconsejan una intervención a partir de los 3 años si es posible.
Lo importante es evitar que posibles casos de disfasia pierdan años importantes o reciban tratamientos inadecuados, ya que se les han asimilado otro tipo de trastorno.



¿En qué momento pierden los niños la capacidad de ser empáticos?‏
Posted: 17 Apr 2011 09:00 PM PDT
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Los niños pequeños son seres tremendamente empáticos, viven las emociones a flor de piel y son capaces de ver el sufrimiento o el malestar en los demás y llegar a sentirlo también.
Seguro que muchos recordáis un anuncio en el que un niño africano lloraba y lloraba a cámara lenta y un niño rubito se ponía de pie, se acercaba a la tele y trataba de ponerle un chupete. Seguro que muchos habéis visto a algún bebé llorar porque ven a otro bebé llorar y seguro que os habéis sorprendido viendo a vuestro hijo llorar tras veros llorar a vosotras y hacer lo posible para volver a veros sonreír. Aquí es donde un adulto se da cuenta de cuánto tiene que aprender de los niños, que viven las emociones de una manera más pura que nosotros y que harían cualquier cosa por llevar la alegría ahí donde no la hay.
Sin embargo algo debe suceder en algún momento, porque no es difícil ver, por ejemplo, a niños de 3 y 4 años que pegan a otros sin apenas motivo y sin inmutarse por el llanto del otro o por su malestar. Por eso pregunto: ¿en qué momento pierden los niños la capacidad de ser empáticos?

Quizás alguien no ha sido empático con ellos

A estas alturas de la película sabemos todos que los niños aprenden más por imitación que por atender a nuestras palabras y por todos es sabido que, por desgracia para los niños, la mayoría de los adultos se sienten superiores a los niños y les tratan con menos respeto del que merecen o del que otorgan a otros adultos.
Hay padres que pegan a sus hijos, hay padres que no hacen caso de sus lágrimas y les dicen que “¡no llores, no es para tanto!”, “¡no llores que pareces un bebé!” o que simplemente omiten hacer ningún comentario ni contacto visual, como si el niño hubiera desaparecido de la faz de la tierra. También hay padres que gritan a sus hijos o que les tratan como a simples mascotas: “¡Te he dicho que no te acerques, que te quedes ahí apoyado en la pared!”, “¡que te calles ya, que me estás poniendo la cabeza como…!”, y otras frases bastante típicas que podrían servir como ejemplo.
En casos así, algunos niños aprenden que lo normal es utilizar cachetes para mostrar tu enfado, que lo normal es que en el llanto y el malestar la persona no reciba atención y que lo normal es que se utilicen gritos y humillaciones para conseguir que el otro se comporte de uno u otro modo, o para conseguir que deje de hacer algo. Es decir, inmersos en esa espiral de (mal)trato, los niños acaban creyendo que lo que reciben es lo normal y que eso es lo que ellos deben hacer con los demás (antes o después, siendo aún niños o cuando sean adultos).
Quizás no todos los niños interioricen estas premisas, pero sí es muy probable que aquellos que aprendan este modo de ejercer la autoridad hagan uso del modelo para aquellos momentos en que quieran conseguir algo. Quizás este sea uno de los motivos de que pierdan la empatía por los demás.

Promoviendo la competitividad

La sociedad en la que vivimos es tremendamente competitiva, tanto que muchos padres (y el mismo entorno) traspasan esta competitividad a sus hijos. Pronto aprenden que para ser bien visto deben hacer las cosas tal y como los demás esperan y que cuanto mejor lo hacen, más reconocimiento reciben. Entonces empiezan a aparecer situaciones en las que si un niño gana, otro pierde (“a ver quién acaba antes de comer”, “a ver quién se viste antes”, “a ver cuál corre más”, “a ver quién saca mejores notas”,...) y muchos padres caen en la competitividad con los hijos (“mira lo que hace mi hijo”), valorando siempre al niño según sus capacidades y motivando a aquellos que no son los primeros a tratar de serlos.
Entonces, si para que un niño gane el otro tiene que perder, los niños dejan de empatizar con la derrota o el fracaso de los demás, porque ellos han conseguido ser los primeros y eso es algo que los adultos valoran.

Quizás alguien no les ha enseñado a canalizar las emociones negativas

Hay niños que a medida que crecen, ante la imposibilidad de utilizar la comunicación verbal para expresar emociones como la rabia, la ira o el enfado hacen uso de la comunicación no verbal, es decir, del cuerpo, para mostrar ese malestar. Con esto me refiero a arañar, morder, empujar o pegar.
gritando
Estas conductas son difíciles de extinguir porque de igual modo que no saben expresar con palabras lo que sienten, no acaban de entender nuestras palabras cuando les decimos que están haciendo daño y que eso no debe hacerse.
Sin embargo nuestro trabajo como padres debe ser continuo y constante. Por una parte debemos tratar de anticiparnos para que en el momento en que vaya a hacer daño podamos detenerle. Entonces debemos hablar sobre su emoción: “veo que estás enfadado”, mostrar que le entiendes: “es normal, porque este niño te ha quitado tu juguete” y hablar sobre la conducta que iba a llevar a cabo: “pero no por eso le tienes que pegar, porque le haces daño… dile que es tuyo y que no quieres que te lo quite”, y juntos se le dice al niño esto mientras se recupera el juguete (o se soluciona el problema si es que tiene solución).
Sin embargo esto es un trabajo, como digo, constante y que requiere una presencia muy activa en las primeras relaciones de los niños con otros niños, y muchos padres, porque no saben o porque no quieren, no lo llevan cabo, dejando los actos de los niños en manos del destino: “son cosas de niños, no te metas, que lo arreglen ellos”.
No es que les falte algo de razón, pues los niños tienen que conseguir negociar y arreglar sus problemas (básicamente porque están aprendiendo a vivir y la vida es un compendio constante de elecciones, decisiones y negociaciones), sin embargo todo tiene un momento y una edad y, de igual modo que no dejamos que un niño vaya solo por la calle con dos años (pese a que tiene que aprender, con el tiempo, a ir solo), no podemos dejar a dos niños poco capaces de expresar emociones y sentimientos con la palabra, que solucionen sus diferencias con las manos. No podemos, porque si nadie modifica estos comportamientos y los niños ven que con ellos consiguen cosas, los fijarán como un método válido para conseguir las cosas.

Resumiendo

En resumen, se me ocurren estos tres factores que pueden ayudar a los niños a perder la capacidad de empatizar con otros niños, aunque como es muy posible que hayan más, dejo la pregunta en el aire por si a vosotras y vosotros se os ocurren más factores.
Si os preguntáis cómo actuar, mi respuesta es clara: no dejando pasar ni una. Si recordáis el estupendo documental “Pensando en los demás“ (si no lo habéis visto ya estáis tardando), ante una muestra de intolerancia y burlas en su clase, el profesor Kanamori, detiene durante varios días las clases y el temario para tratar algo tan serio como es el insulto y la pérdida de respeto.
Nosotros los padres debemos hacer lo mismo, no dejar pasar ni una, hablándolo con nuestros hijos tanto como haga falta, tratando el tema cuantas veces sea necesario e intentando mostrar que los demás sufren cuando se les pega o se les hace daño, además de explicar el típico “trata a los demás como te gustaría ser tratado”.

lunes, 18 de abril de 2011

Depresión y suicidio

Suicidio, acción de quitarse la vida de forma voluntaria. El suicidio aparece en todas las sociedades desde los tiempos más remotos. Sin embargo, a lo largo de la historia ha variado la actitud de la sociedad hacia este acto, sus formas y su frecuencia.
CONTEXTO HISTÓRICO
En la Europa antigua, sobre todo durante el Imperio romano, el suicidio se consentía e incluso era considerado un acto honroso. Los antiguos romanos, bajo la influencia del estoicismo, admitían muchas razones legítimas para su práctica. El filósofo romano Séneca lo ensalzaba como el acto último de una persona libre.
Sin embargo, para San Agustín, el suicidio era un pecado. Varios de los primeros concilios de la Iglesia Cristiana decretaron que a aquéllos que cometieran suicidio no se les podrían aplicar los rituales ordinarios de la Iglesia tras su muerte, y en la edad media la Iglesia católica romana condenó expresamente esta práctica. En las legislaciones medievales se ordenaba la confiscación de todas las propiedades del suicida y el cadáver sufría todo tipo de humillaciones. Hoy está condenado el suicidio en las religiones cristiana, judía e islámica.
En 1897 Émile Durkheim postuló que el suicidio era un fenómeno sociológico más que un puro acto individualista. Él lo consideraba consecuencia de una mala adaptación social del individuo y de una falta de integración. Identificó cuatro tipos de suicidio: egoísta, altruista, anómico y fatalista que sucedían como consecuencia de determinadas condiciones sociales. Así, el suicidio egoísta y el altruista eran el resultado de una débil o fuerte integración del individuo en la sociedad. El suicidio anómico y el fatalista venían determinados respectivamente por una débil y excesiva regulación por parte de la sociedad. Sin embargo, la tendencia actual considera el suicidio desde un punto de vista psicológico en lugar de una perspectiva moral.
CONDICIONES QUE INDUCEN AL SUICIDIO
La mayor parte de los científicos sociales están de acuerdo en que el suicidio es una forma compleja de conducta, que tiene causas biológicas, psicológicas y sociales. Por ejemplo, los psiquiatras han descubierto que, en los casos estudiados, existe generalmente una fuerte depresión. Otros científicos afirman que algunas personas son genéticamente más propensas que otras a las depresiones y por lo tanto al suicidio.
Los psicólogos y sociólogos han encontrado muchas otras influencias personales y situaciones que también contribuyen a la muerte voluntaria. Ésta se produce a menudo para escapar de circunstancias dolorosas; también como acto de venganza contra otra persona a la que se acusa de ser responsable del sufrimiento que lleva a tomar tan drástica decisión. Estos sentimientos se conocen por las notas o cartas que, en ocasiones, deja la persona antes de suicidarse. No obstante, la causa más frecuente es la percepción por parte de la persona de que la vida es tan dolorosa que sólo la muerte puede proporcionarle alivio. La pérdida de un ser querido, o dolores crónicos, físicos o emocionales, pueden producir una sensación de incapacidad para cambiar las circunstancias de la vida y un sentimiento general de desesperanza ante cualquier cambio, lo que lleva a un callejón sin salida donde la muerte es la única solución.
Con frecuencia determinadas condiciones sociales adversas provocan un aumento considerable del número de suicidios. Esto sucedió, por ejemplo, entre la población joven de Alemania después de la I Guerra Mundial y en Estados Unidos en el punto álgido de la Gran Depresión de 1929.
Los intentos fallidos de suicidio pueden significar una petición de ayuda que, si es ignorada, puede ser precursora de posteriores intentos. Sin embargo, estas peticiones de ayuda hay que diferenciarlas de otras formas más manipuladoras de intento o amenaza de suicidio que buscan llamar la atención, cuyo propósito es controlar las emociones y el comportamiento de otras personas, normalmente familiares.
ACTITUDES FRENTE AL SUICIDIO
El suicidio el ilegal en muchos países y está fuertemente condenado por la sociedad en otros, especialmente en países con mayoría de población católica. En el extremo contrartio se encuentran otros países que honran ciertos tipos de suicidio. Antiguamente los japoneses, por ejemplo, respetaban el harakiri, práctica en la que una persona avergonzada compensaba un fallo o el incumplimiento de un deber clavándose una daga. También en la India, hasta finales del siglo XIX, se llevaba a cabo el suttee, que consistía en que la viuda del fallecido debía inhumarse en la pira funeraria de su marido. Durante la II Guerra Mundial, los pilotos kamikazes japoneses consideraban como un gran acto de honor el llevar a cabo misiones suicidas de bombardeo estrellando sus aviones contra el objetivo enemigo.
TENDENCIAS ACTUALES
Todas las formas básicas de suicidio del pasado existen en la actualidad. Las inclinaciones actuales de los índices de periodicidad o frecuencia son confusas dado que las estadísticas no son totalmente fiables y se recogen de formas diferentes de acuerdo a cada país. Los índices de suicidio son generalmente menores en sociedades católicas que en sociedades protestantes, pero esto probablemente sólo refleja el hecho de que los primeros tienen una mayor necesidad de ocultar los suicidios que los segundos. Algunos expertos creen que la tendencia hacia el aumento de los índices oficiales de suicidio en los países occidentales en el último siglo se debe a la mejora de los métodos estadísticos y a una consideración menor del suicidio como estigma.
La mayor esperanza de vida en las naciones más desarrolladas probablemente empuja a algunos ancianos que han perdido a un ser querido o sufren enfermedades terminales a suicidarse. En ocasiones piden la eutanasia voluntaria, que se define como el suicidio asistido a una persona con una enfermedad terminal muy dolorosa. En Holanda y en el territorio del Norte (Australia) la eutanasia voluntaria no es ilegal. Aunque allí tampoco hay una ley que la ampare, si el doctor que asista al suicida sigue una pauta legal y realiza los informes adecuados, no puede ser perseguido judicialmente.
Algunos psicólogos piensan que los sentimientos crecientes de soledad, desarraigo y falta de sentido en la vida contribuyen al aumento del número de suicidios en los países industrializados.
OCHO items DE LA DEPRESIÓN QUE ORIGINAN EL SUICIDIO
1 La depresión es una enfermedad severa, pero estable.
La depresión es más que una baja temporal de estado de ánimo.
Los síntomas de la depresión afectan pensamientos, sentimientos y comportamiento.
Sin tratamiento adecuado los síntomas pueden durar meses, años o toda la vida.
2 La depresión se presenta en formas diferentes.
Algunos episodios depresivos ocurren en forma repentina, sin causa aparente.
Algunos son desencadenados por experiencias desagradables.
Determinadas personas tienen un episodio en su vida y otras tienen episodios recurrentes.
Los síntomas son tan severos que afectan la vida diaria del paciente.
Otros tienen síntomas crónicos que no interfieren con su vida, pero si con su estdo de ánimo.
Algunas personas tienen alteración bipolar (enfermedad maniaco depresiva), experimentan ciclos de baja del estado de ánimo y ciclos de elevación del estado de ánimo.
3 Algunos síntomas de la depresión incluyen:
Tristeza persistente, pérdida del interés o placer por las actividades ordinarias incluyendo el sexo.
Disminución de la energía, fatiga, alteraciones del sueño (insomnio, despertares tempranos, somnolencia), alteraciones del apetito (pérdida de éste y peso o ganancia de peso), dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa y de infelicidad, pensamientos suicidas, intento de suicidio, irritabilidad, llanto excesivo, dolores crónicos y dolores que no responden al tratamiento.
4 Algunos no reconocen su enfermedad.
Dos tercios de los pacientes deprimidos no tienen un tratamiento apropiado porque sus síntomas nos son reconocidos, son atribuidos a otra enfermedad, son mal diagnosticados y erróneamente tratados.
5 La mayoría de la gente puede ser ayudada rápidamente
Con los tratamientos disponibles, el 80 % de los pacientes con depresión pueden mejorar significativamente; los síntomas pueden ser aliviados usualmente en semanas. existe medicación efectiva y tratamientos psicológicos que frecuentemente son usados en combinación.
Varios tipos de medicación están disponibles y ninguno de ellos provoca hábito.
Algunos pacientes necesitan psicoterapia (terapia hablada) para tratar sus problemas psicológicos o interpersonales asociados con su enfermedad.
Otros tratamientos biológicos pueden ser de ayuda, por ejemplo el tratamiento electroconvulsivo, etc.
Los individuos responden de manera diferente al tratamiento, si después de varias semanas los síntomas no han mejorado, el plan de tratamiento debe ser re-evaluado.
6 El costo de la depresión puede ser reducido.
Cuando se diagnostica tempranamente en el curso de la enfermedad, los pacientes deprimidos usualmente pueden ser tratados como pacientes externos y mejorar su productividad, evitando la pérdida de horas de trabajo y reduciendo los altos costos por tratamiento prolongado, hospitalización y tratamiento por otras alteraciones físicas mentales resultantes de la depresión no tratada.
7 La ayuda puede ser recibida de:
* Médicos generales.
* Psiquiatras.
* Psicólogos.
* Sociedades médicas.
* Centros de salud mental.
* Hospitales psiquiátricos.
* Grupos de apoyo.
8 Los pacientes deprimidos pueden necesitar ayuda para "conseguir ayuda"
Es muy natural que los pacientes deprimidos puedan interferir con las personas que desean ayudarlos, la depresión hace a las personas sentirse cansadas, inútiles indefensos, sin esperanza, por lo tanto:
* La gente deprimida severamente necesita el apoyo de su familia y amigos para aceptar su enfermedad y acudir al médico.
* No ignorar los pensamientos suicidas, palabras o actos; buscar ayuda profesional inmediatamente.
PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
Mensaje sobre la prevención del suicidio
Adoptado por el Consejo Eclesial de la Iglesia Luterana en América el 14 de noviembre de 1999.
En los Estados Unidos cada año más de 30,000 personas se quitan la vida. El suicidio es la octava causa de muerte y entre las personas cuyas edades van de los 15 a los 24 años, es la tercera causa de muerte. Más personas mueren por suicidio que por homicidio. Cerca de 500,000 personas al año comenten un intento de suicidio lo suficientemente serio como para recibir atención en salas de urgencias. Y millones más sufren de pensamientos suicidas.
Sabemos que estas estadísticas nos hablan de individuos cuyas historias y relaciones son únicas. Nos hablan de personas con las cuales vivimos en nuestras familias, congregaciones, vecindarios y sitios de trabajo. Algunos de entre nosotros han intentado suicidarse, y otros nos hemos tenido que asegurar de que algún familiar o amigo que había amenazado con suicidarse, obtuviera ayuda. Muchos de nosotros hemos tenido, incluso, que lamentar la muerte por suicidio de algún ser querido, y sufrido por ello. por último, algunos de nosotros habremos de experimentar algún día esta pena y este dolor tan indescriptibles.
Cada suicidio rinde testimonio de una trágica ruptura con la vida. Creemos que la vida es un bien de Dios y un inapreciable regalo para nosotros. Y aún esta vida (que lo es para nosotros y para los demás) a veces parece ser un infierno, un tormento sin esperanza. Cuando optamos por ignorar o rechazar (incluso huir de ellos) a aquellos que están desesperados de la vida, necesitamos recordar lo que hemos oído: el infinito amor de Dios en Jesucristo no dejará a nadie solo o abandonado. Aquellos de nosotros que para vivir nos apoyamos en el amor de Dios estamos llamados a "ayudarnos unos a otros a soportar las cargas, y de esa manera cumpliremos la ley de Cristo" (Gálatas 6:2). Nuestros esfuerzos por impedir cualquier suicidio obedecen a nuestra obligación de proteger y promover la vida, a nuestra esperanza en Dios aún en medio del sufrimiento y la adversidad, y a nuestro amor por nuestro prójimo perturbado.
El suicidio esta siendo percibido cada vez más como un serio problema de salud pública que se puede evitar. El suicidio y su prevención son complejos y multidimensiones y necesitan ser abordados de manera abierta e integral. La prevención del suicidio requiere de esfuerzos coordinados y de la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Contribuyamos (en la iglesia Luterana en América) a estos esfuerzos. Con este mensaje, el consejo eclesial exhorta a sus miembros, congregaciones e instituciones afiliadas a que aprendan más acerca del suicidio y como prevenirlo en sus comunidades, y los invita, a si mismo, a que pregunten lo que pueden hacer y que trabajen con los demás en la prevención del suicidio.
COMO CONCIENTIZARNOS
Los suicidios ocurren en todos los grupos sociales. Lo mismo entre las personas jóvenes que entre las de mediana edad y los ancianos; en hombres, tanto como en mujeres; entre los ricos, la clase media y las personas pobres; todos los grupos étnicos y de cualquier religión; lo mismo entre personas casadas, que solteras; entre los que tienen empleo y los desempleados; entre los sanos y los enfermos.
Sin embargo, la estadísticas indican que el suicidio es más común entre algunos grupos que entre otros. Veamos:
  • Los varones anglosajones constituyen casi tres cuartas partes de todos los suicidios que ocurren.
  • Aunque hay cuatro suicidios de hombres por cada suicidio de mujer, las mujeres intentan suicidarse dos veces más frecuentemente que los hombres.
  • Los varones anglosajones mayores de 50 años presentan los más altos índices de suicidio. Aunque este grupo suma el 10 por ciento de la población, es responsable del 33 por ciento de los suicidios. Los índices de suicidio para los hombres mayores de 65 años van ahora en aumento, tras de un estable descenso desde 1950 hasta 1980.
  • Desde 1950 se ha triplicado el índice de suicidio entre los hombres jóvenes cuyas edades van de 15 a 24 años, y para las mujeres, sobrepasa ya el doble.
  • Aunque (por fortuna) el suicidio entre niños es un evento raro existe un dramático aumento en el índice de suicidios reportados entre niños de 10 a 14 años.
  • Los índices de suicidio entre los indígenas americanos y los nativos de Alaska están muy por encima del promedio nacional, con un número desproporcionado de suicidios entre varones jóvenes.
  • El suicidio entre los varones jóvenes afroamericanos, que alguna vez fue poco común, se ha incrementado abruptamente en años recientes.
  • Se ha encontrado que los índices de suicidio en algunas ocupaciones específicas, tales como oficiales de policía, granjeros, dentistas y doctores son más altos que el promedio nacional.
  • Los índices de intentos de suicidio entre los jóvenes que luchan con cuestiones relacionadas con su orientación sexual son más altos que entre otros del mismo sexo.
  • Cerca del 60 por ciento de todos los suicidios se cometen con un arma de fuego. Las personas que viven en un hogar donde existe un arma de fuego, son casi cinco veces más propensas a morir por suicidio que las personas que viven en hogares libres de armas.
Aunque no existe una sola causa para el suicidio, los investigadores nos dicen que el comportamiento suicida está asociado con un cierto número de factores de riesgo que frecuentemente se combinan. Entre estos factores están:
  • La depresión clínica y otras enfermedades mentales. Más de un 60 por ciento de todas las personas que se suicidan sufren de depresión grave. Si uno incluye a personas deprimidas que abusan del alcohol, la cifra aumenta al 75 por ciento. Casi todas las personas que se quitan la vida sufren de algún desajuste mental diagnosticable o padecen el abuso de alguna sustancia, o ambos desórdenes.
  • El abuso de alcohol y otras sustancias. El alcoholismo es un factor que aparece en el 30 por ciento de todos los suicidios que se cometen.
  • Los eventos adversos en la vida. Tales eventos pueden ser: el sufrir alguna confusión acerca de la propia identidad o, en el caso de las personas jóvenes, el sentirse excluidos de los demás: una crisis familiar por el divorcio o la muerte de alguien cercano: la pérdida de los medios de subsistencia, ocasionado ya sea por una crisis económica rural, por reducción en los negocios o en las empresas, o por algún recorte de personal o la eliminación de programas gubernamentales. Otras causas pueden ser: el comportamiento adictivo, alguna enfermedad crónica, grave o fatal, o los efectos de un desastre natural o social. Para la mayoría de las personas, los eventos adversos de la vida no necesariamente conducen a un comportamiento suicida. Pueden contribuir a un comportamiento suicida si ya existe un contexto de enfermedad mental o abuso de sustancias tóxicas.
  • Los factores familiares, tales como una historia clínica familiar de suicidio, de enfermedad mental o de abuso de sustancias, así como de violencia y abuso sexual.
  • Los factores culturales y religiosos, tales como las creencias de que el suicidio es una solución noble a un dilema personal, o la destrucción de la cultura tradicional de la gente, que puede conducir a sentimientos de separación del pasado, aislamiento y desesperanza.
  • Los intentos de suicidio previos, la existencia de armas de fuego en el hogar, el encarcelamiento, tendencias impulsivas o agresivas, y exposición a comportamiento suicida de otros (por parte de miembros de la familia o compañeros, o a través de reportajes noticiosos inadecuados o de historias de ficción). Los suicidios entre las personas jóvenes a veces ocurre en grupo y puede, incluso llegar a convertirse en una epidemia. Las personas jóvenes son particularmente susceptibles a imitar el comportamiento que conduce a un suicidio no intencional.
"Todas las personas que expresan ideas de suicidio y que simultáneamente muestran síntomas de depresión, esquizofrenia, abuso de alcohol o abuso de sustancias enervantes, deben ser evaluadas cuanto antes por un profesional capacitado de la salud."
OBSERVANDO LAS DIFERENTES CULTURAS
Ciertas actitudes sociales obstaculizan la prevención de suicidios. Algunas de ellas forman un conjunto de creencias erróneas que establecen que no se puede hacer nada al respecto: "Si tiene que suceder, pues ha de suceder." "No vale la pena tratar de ayudar, porque estas personas tienen problemas tan enormes que no se puede hacer nada." "El suicidio ha estado entre nosotros desde siempre; no vamos a cambiar este hecho." "Déjenlos tranquilos. Si los suicidas desean quitarse la vida, pues es su problema."
Las actitudes punitivas conforman otro obstáculo para la prevención del suicidio. Estas actitudes parecen ansiosas de castigar el comportamiento suicida y a menudo culpan a los que viven por las muertes por suicidio. Crean un ambiente de ocultamiento del comportamiento suicida en el que las personas con pensamientos suicidas permanecen reacios a hablar. Estas actitudes punitivas se vienen acarreando desde los tiempos en los que el suicidio era considerado un crimen y un pecado imperdonable, y cuando a quienes se suicidaban se les negaba una cristiana sepultura.
La incapacidad para percibir a la depresión grave como una enfermedad también obstruye la prevención del suicidio. Algunas actitudes equívocas conciben a la depresión grave como una deficiencia del carácter, una debilidad humana o una rara condición incurable y permanente. Quienes así lo consideran, comunican a las personas deprimidas que deberían "aliviarse" y sentir vergüenza o apenarse por cómo se sienten. En realidad, la depresión clínica es una enfermedad que implica cambios en la química del cerebro. Es una de las enfermedades más comunes, y puede ocurrirle a personas que no tienen ninguna razón aparente para "estar deprimidas."Aunque con frecuencia no se atiende la depresión clínica porque no se le identifica como tal, se trata de una enfermedad mental muy curable. Las personas deprimidas no se pueden curar por si mismas, pero pueden recibir la ayuda de profesionales mediante medicamentos o terapia, o a través de una combinación de los dos. El suicidio no es una consecuencia inevitable (ni aceptable) de la depresión.
MITOS MÁS COMUNES QUE OBSTACULIZAN LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
Mito: Las personas que hablan de suicidarse rara vez terminan haciéndolo; sólo desean llamar la atención y se les debe retar a que lo hagan, para poder entonces desenmascararlas.
Verdad: Las personas que hablan de suicidarse están hablando en serio, y pueden estar dando pistas o señales oportunas de sus intenciones. A estas personas no se les debe desafiar, sino brindarles asistencia para que puedan obtener ayuda profesional.
Mito: Una persona que ha llevado a cabo intentos serios de suicidio es poco probable que realiza otro.
Verdad: Las personas que ya han intentado suicidarse están a menudo en un riesgo mayor de terminar lográndolo. Un intento de suicidio es un grito pidiendo ayuda y un aviso de que algo anda terriblemente mal y que debe ser tomado con la máxima seriedad.
Mito: La persona suicida desea morir y siente que no hay marcha atrás.
Verdad: Estas personas suicidas a menudo se sienten indecisas respecto de morir. A menudo pasan por un largo proceso en el cual intentan diversos modos de reducir su profundo dolor emocional. Entre sus contradictorios deseos de vivir y de morir la decisión oscila de un lado al otro, incluso en el momento mismo en que se están quitando la vida.
Mito: La mayoría de las personas que se quitan la vida han tomado una decisión cuidadosa, bien ponderada y racional.
Verdad: Las personas que consideran el suicidio a menudo tienen al respecto una "visión de túnel"; en medio de su insoportable dolor se encuentran cegados para percibir otras alternativas disponibles. Con frecuencia el acto de suicidarse es impulsivo. Si el sufrimiento y el dolor se reducen, la mayoría de los suicidas potenciales opta por vivir.
Mito: Andar preguntando acerca de los sentimientos del suicida puede llegar a ocasionar que uno intente suicidarse.
Verdad: El preguntarle a una persona acerca de sus sentimientos suicidas la brinda la oportunidad de obtener ayuda necesaria para salvarle la vida. Quien pregunta debe inquirir al suicida en potencia si tiene ya un plan formulado y si tiene acceso a los medios para llevarlo a cabo. Si se llegan a juntar la intención, un plan y los medios, no debe dejarse un minuto sola a la persona suicida, sino que debe ser ayudada para recibir tratamiento inmediatamente.


Subtítulos 1 1 ¿A qué hora metabolizo mejor cada alimento? * El momento perfecto para que el cuerpo reciba grasas es el desayuno, ya que al comienzo del día el cuerpo metaboliza mejor los alimentos. De esta manera, aunque siempre hay que mantener una dieta equilibrada, sería el momento de tomar galletas, tostadas, mantequilla o queso, pero siempre controlando lo que tomamos. Si tomamos un buen desayuno podemos llegar a reunir hasta 400 calorías. * A la hora del almuerzo lo que mejor metaboliza el cuerpo son las proteínas, por lo tanto la carne, pescado o las legumbres tienen que ser parte fundamental en este momento del día. El aporte calórico de la comida debe rondar las 550 calorías. * La tarde, a la hora de merendar, es el momento perfecto para que nuestro organismo reciba azúcares. La explicación a esto la encontramos en que nuestro cuerpo segrega mayor cantidad de insulina y, por lo tanto, metaboliza mejor el azúcar. Por lo tanto, es el momento idóneo para consumir dulces, sin sobrepasar las 150 calorías. * Por la noche, la cena debe ser y, además, no debe posponerse hasta muy tarde, pues nuestro cuerpo tardaría más en hacer la digestión. Una buena cena no puede sobrepasar las 350 calorías y hay que olvidarse de platos fuertes que perjudiquen a nuestro cuerpo. Ciclos de la alimentacion Estos ciclos fisiológicos se basan en funciones primarias de nuestro organismo. Aunque cada una de estas funciones está, en alguna medida, continuamente en marcha, cada una de ellas se intensifica durante ciertas horas del día. Nosotros diariamente ingerimos alimentos, los asimilamos, los usamos y nos libramos de lo que no utilizamos. A lo largo del día encontraremos tres ciclos diferentes que tienen una duración de 8 horas con un horario de actuación específico. INGESTA De 13h a 21 h (de la 1 de la tarde a las 9 de la noche) Es el ciclo idóneo en el que debemos alimentarnos y en el cual los alimentos realizan el proceso correcto. Si durante este período realizamos una alimentación correcta, nula en grasas y pobre en féculas y fruta, podremos efectuar correctamente nuestro proceso de adelgazamiento. ABSORCIÓN De 21h a 5h (de las 9 de la noche a las 5 de la madrugada) Durante este ciclo no debemos ingerir ningún tipo de alimento, ya que si lo hacemos está fuera de su proceso natural y dificulta el adelgazamiento. En este período los alimentos serán absorbidos con más intensidad, por lo cual, a igual valor calórico darán mayor aporte energético, con el consecuente aumento de peso. NUNCA DEBEMOS COMER DURANTE ESTE CICLO Ejemplo: una rebanada de pan, si la comemos en el período de ingesta, no provocará alteración dietética, en cambio durante el período de absorción actúa como si fuesen tres rebanadas de pan. Durante este período que se supone de descanso, nuestro cuerpo no tiene que hacer ningún otro trabajo; por eso es el momento más propicio para asimilar lo que ha tomado durante el día. Este ciclo lo debemos mantener y respetar rigurosamente. Suele ser el que con mayor facilidad infringimos. SIEMPRE QUE CENAMOS MUY TARDE ES COMO SI CENÁSEMOS EL DOBLE Hay una situación que se produce con frecuencia: muchas personas a dieta no desayunan, no comen y sólo cenan y se sorprenden de su fracaso en el resultado. Esto se debe a que están alterando totalmente los ciclos fisiológicos y están comiendo en el momento de máxima absorción. Además, al permanecer tantas horas en ayunas, ponen en marcha una serie de mecanismos para potencias más este efecto de absorción. ELIMINACIÓN De 5h a 13h (de las 5 de la madrugada a la 1 de la tarde) Durante este período se produce la eliminación de los desechos tóxicos así como el exceso de energía almacenada en nuestro organismo. En este ciclo utilizamos la energía sobrante del día anterior. Durante este período debemos ingerir alimentos pobres en residuos y de fácil metabolización. El alimento que mejor reúne estas condiciones es la fruta. La fruta siempre se debe comer en el desayuno y de forma exclusiva. También podemos tomar fruta en la merienda pero siempre que haya una distancia de unas 2 horas respecto a la comida y la cena. La fruta no se debe asociar a ningún otro alimento debido a que la mayoría de las frutas destruyen una enzima que activa la digestión, haciendo que ésta sea más dificultosa. Otro factor que contribuye al sobrepeso es la alteración de la fase de eliminación que se puede producir por: Hacer un desayuno rico en grasas. Acumulación de productos de desecho por exceso de aporte durante el día. Como los alimentos han sido modificados a partir de su estado natural y el organismo humano no está biológicamente adaptado para digerir grandes cantidades de comida alterada, los subproductos de esa digestión y asimilación incompletas forman en el cuerpo cierta cantidad de residuos. Factores que pueden afectarnos Son los que muchas veces impiden que lleguen los alimentos a procesarse y se pierdan sus valores nutricionales, que puede verse reflejados en gases, malestar estomacal, diarrea, inflamación abdominal, y algunas veces nauseas. Cabe señalar también la importancia de evacuar en el momento indicado al igual de acostumbrar un horario de hacerlo, esto ayudara a procesar los siguientes alimentos y evitara también estas situaciones. FACTORES NEGATIVOS QUE INHIBEN LA DIGESTION: los movimientos del estomago, son interferidos por el nerviosismo y la ansiedad. Comer mientras se esta agitado fatigado, o preocupado puede dar lugar a distintos disturbios gastrointestinales. Las comidas precipitadas bajo esos estados de tensión no conducirán a digestiones normales, las variaciones climáticas pueden inhibir la correcta digestión de los alimentos. FACTORES NEGATIVOS QUE INCIDEN SOBRE LA ABSORCION: también el estrés, incide negativamente la tensión el desgaste nervioso los disgustos las depresiones o contrariedades incide negativamente sobre la absorción. Los malos hábitos sociales, trasnochar, beber alcohol, fumar (fármacos para dolores de cabeza, resfriados etc.), destruyen los nutrientes e imposibilitan la absorción, por ello es prudente señalar estas situaciones para evitar futuros estados carenciales y recurrir al uso de los complementos. Consejos para una correcta nutrición Aunque dependerá de la nutrición individual factores como metabolismo, edad, sexo, actividad física, enfermedades, existen reglas básicas: lo primero implica cambiar hábitos alimenticios y aplicarlo de la siguiente manera comer lentamente masticando bien los alimentos sentado preferente, estirar las piernas o subirlas unos 10 a 15 min. después de los alimentos para mejorar la digestión, no camina inmediatamente; un error que muchos creen, dormir si se puede unos minutos, esto evitara la perdida de los alimentos.



posteado de de nutricion sana.





1
¿A qué hora metabolizo mejor cada alimento?
  • El momento perfecto para que el cuerpo reciba grasas es el desayuno, ya que al comienzo del día el cuerpo metaboliza mejor los alimentos. De esta manera, aunque siempre hay que mantener una dieta equilibrada, sería el momento de tomar galletas, tostadas, mantequilla o queso, pero siempre controlando lo que tomamos. Si tomamos un buen desayuno podemos llegar a reunir hasta 400 calorías.
  • A la hora del almuerzo lo que mejor metaboliza el cuerpo son las proteínas, por lo tanto la carne, pescado o las legumbres tienen que ser parte fundamental en este momento del día. El aporte calórico de la comida debe rondar las 550 calorías.
  • La tarde, a la hora de merendar, es el momento perfecto para que nuestro organismo reciba azúcares. La explicación a esto la encontramos en que nuestro cuerpo segrega mayor cantidad de insulina y, por lo tanto, metaboliza mejor el azúcar. Por lo tanto, es el momento idóneo para consumir dulces, sin sobrepasar las 150 calorías.
  • Por la noche, la cena debe ser y, además, no debe posponerse hasta muy tarde, pues nuestro cuerpo tardaría más en hacer la digestión. Una buena cena no puede sobrepasar las 350 calorías y hay que olvidarse de platos fuertes que perjudiquen a nuestro cuerpo.
Ciclos de la alimentacion
Estos ciclos fisiológicos se basan en funciones primarias de nuestro organismo.
Aunque cada una de estas funciones está, en alguna medida, continuamente en marcha, cada una de ellas se intensifica durante ciertas horas del día.
Nosotros diariamente ingerimos alimentos, los asimilamos, los usamos y nos libramos de lo que no utilizamos.
A lo largo del día encontraremos tres ciclos diferentes que tienen una duración de 8 horas con un horario de actuación específico.

INGESTA
De 13h a 21 h (de la 1 de la tarde a las 9 de la noche)

Es el ciclo idóneo en el que debemos alimentarnos y en el cual los alimentos realizan el proceso correcto.
Si durante este período realizamos una alimentación correcta, nula en grasas y pobre en féculas y fruta, podremos efectuar correctamente nuestro proceso de adelgazamiento.

ABSORCIÓN
De 21h a 5h (de las 9 de la noche a las 5 de la madrugada)
Durante este ciclo no debemos ingerir ningún tipo de alimento, ya que si lo hacemos está fuera de su proceso natural y dificulta el adelgazamiento.
En este período los alimentos serán absorbidos con más intensidad, por lo cual, a igual valor calórico darán mayor aporte energético, con el consecuente aumento de peso.

NUNCA DEBEMOS COMER DURANTE ESTE CICLO
Ejemplo: una rebanada de pan, si la comemos en el período de ingesta, no provocará alteración dietética, en cambio durante el período de absorción actúa como si fuesen tres rebanadas de pan.
Durante este período que se supone de descanso, nuestro cuerpo no tiene que hacer ningún otro trabajo; por eso es el momento más propicio para asimilar lo que ha tomado durante el día. Este ciclo lo debemos mantener y respetar rigurosamente. Suele ser el que con mayor facilidad infringimos.

SIEMPRE QUE CENAMOS MUY TARDE ES COMO SI CENÁSEMOS EL DOBLE
Hay una situación que se produce con frecuencia: muchas personas a dieta no desayunan, no comen y sólo cenan y se sorprenden de su fracaso en el resultado. Esto se debe a que están alterando totalmente los ciclos fisiológicos y están comiendo en el momento de máxima absorción. Además, al permanecer tantas horas en ayunas, ponen en marcha una serie de mecanismos para potencias más este efecto de absorción.

ELIMINACIÓN
De 5h a 13h (de las 5 de la madrugada a la 1 de la tarde)
Durante este período se produce la eliminación de los desechos tóxicos así como el exceso de energía almacenada en nuestro organismo.
En este ciclo utilizamos la energía sobrante del día anterior.
Durante este período debemos ingerir alimentos pobres en residuos y de fácil metabolización. El alimento que mejor reúne estas condiciones es la fruta.

La fruta siempre se debe comer en el desayuno y de forma exclusiva.
También podemos tomar fruta en la merienda pero siempre que haya una distancia de unas 2 horas respecto a la comida y la cena.

La fruta no se debe asociar a ningún otro alimento debido a que la mayoría de las frutas destruyen una enzima que activa la digestión, haciendo que ésta sea más dificultosa.
Otro factor que contribuye al sobrepeso es la alteración de la fase de eliminación que se puede producir por: Hacer un desayuno rico en grasas.
Acumulación de productos de desecho por exceso de aporte durante el día.

Como los alimentos han sido modificados a partir de su estado natural y el organismo humano no está biológicamente adaptado para digerir grandes cantidades de comida alterada, los subproductos de esa digestión y asimilación incompletas forman en el cuerpo cierta cantidad de residuos.
Factores que pueden afectarnos
Son los que muchas veces impiden que lleguen los alimentos a procesarse y se pierdan sus valores nutricionales, que puede verse reflejados en gases, malestar estomacal, diarrea, inflamación abdominal, y algunas veces nauseas.
Cabe señalar también la importancia de evacuar en el momento indicado al igual de acostumbrar un horario de hacerlo, esto ayudara a procesar los siguientes alimentos y evitara también estas situaciones.

FACTORES NEGATIVOS QUE INHIBEN LA DIGESTION: los movimientos del estomago, son interferidos por el nerviosismo y la ansiedad. Comer mientras se esta agitado fatigado, o preocupado puede dar lugar a distintos disturbios gastrointestinales. Las comidas precipitadas bajo esos estados de tensión no conducirán a digestiones normales, las variaciones climáticas pueden inhibir la correcta digestión de los alimentos.

FACTORES NEGATIVOS QUE INCIDEN SOBRE LA ABSORCION: también el estrés, incide negativamente la tensión el desgaste nervioso los disgustos las depresiones o contrariedades incide negativamente sobre la absorción. Los malos hábitos sociales, trasnochar, beber alcohol, fumar (fármacos para dolores de cabeza, resfriados etc.), destruyen los nutrientes e imposibilitan la absorción, por ello es prudente señalar estas situaciones para evitar futuros estados carenciales y recurrir al uso de los complementos.

Consejos para una correcta nutrición
Aunque dependerá de la nutrición individual factores como metabolismo, edad, sexo, actividad física, enfermedades, existen reglas básicas: lo primero implica cambiar hábitos alimenticios y aplicarlo de la siguiente manera comer lentamente masticando bien los alimentos sentado preferente, estirar las piernas o subirlas unos 10 a 15 min. después de los alimentos para mejorar la digestión, no camina inmediatamente; un error que muchos creen, dormir si se puede unos minutos, esto evitara la perdida de los alimentos.

Derrame pleural


 

Introducción

La cavidad pleural es una cavidad que contienen los pulmones, que están rodeados por dos membranas serrous. Entre las dos membranas serosas es un espacio fino conocido como el espacio pleural. Un derrame pleural es una acumulación anormal de líquido pleural en exceso (PF) en la cavidad pleural. La identificación clínica de un derrame pleural (PLE) indica un estado fisiopatológico anormal que resulta de un desequilibrio forma (algunos de interrupción) entre la formación de PF y el drenaje (1). La etiología de esta anomalía o estado de la enfermedad es más común de los pulmones y la pleura sus alrededores. Sin embargo, un PLE puede resultar de extrapulmonic (fuera de los pulmones) etiologías como el corazón, los riñones, enfermedades gastrointestinales, complicaciones obstétricas o ginecológicas, además de enfermedades sistémicas como las enfermedades vasculares del colágeno o como una reacción a la terapia farmacológica (1). Para entender las posibles causas y los síntomas físicos de un PLE, debemos primero entender la anatomía de la pleura y la fisiología normal de la formación de líquido pleural.

Embriología y Anatomía de la pleura

De la pleura y de pulmón están estrechamente relacionadas y los órganos simbiótica que comparten condiciones patológicas muchos, sin embargo, que representan dos órganos distintos de la derivación embriológico distinto (2). Durante la embriogénesis del desarrollo humano mesodérmico tres principales cavidades del cuerpo forma: las cavidades pleural, la cavidad pericárdica (que rodea al corazón), y la cavidad peritoneal (que rodea los órganos del abdomen) (2). Los brotes de pulmón crecen en estas cavidades pleural, cada vez envuelta en una forma análoga a empujar un puñetazo en un globo (3). Como los brotes de pulmón creciente bulto en la derecha y la izquierda cavidades pleural, que llevan con ellos una capa de revestimiento del mesotelio (4). Como los lóbulos separados se desarrollan, mantienen su revestimiento mesotelial (4) y esta cubierta se convierte en la pleura en las fisuras interlobar del pulmón.

Así, la pleura es una doble capa de membrana serosa (membrana delgada que secretan fluido) que cubre el parénquima pulmonar (tejido), el mediastino, el diafragma, y la caja torácica. La pleura se dividen en la pleura visceral y la pleura parietal. Tanto la pleura visceral y parietal constará de una sola capa de células mesoteliales, la membrana basal y las capas de colágeno y tejido elástico, además de la microvasculatura y los vasos linfáticos (1). La pleura visceral cubre el parénquima pulmonar, no sólo en sus puntos de contacto con la pared del tórax, el diafragma y el mediastino, sino también en las fisuras interlobar. Las líneas de la pleura parietal en el interior de las cavidades torácica y se subdivide en la pleura parietal costal, mediastínica y diafragmática. La pleura visceral y parietal se reúnen en la raíz del pulmón, y posterior a la raíz del pulmón, la pleura se lleva a la baja, como una fina doble pliegue llamado el ligamento pulmonar (5).

El espacio pleural y líquido pleural

El espacio pleural es definido simplemente como el espacio entre las capas de pleura parietal y visceral. Se trata de 10 a 20 micras (μ) de ancho y lleno de una fina capa de fluido lubricante glicoproteína-rico, llamado líquido pleural (PF), secretada por células de los dos mesotelio forradas en las membranas serosas (pleura visceral y parietal) (6). El mediastino, que contiene el corazón y grandes vasos, que separa el derecho y el espacio pleural izquierdo, delinea un "espacio virtual", que también contiene una fina capa de líquido pleural (5).

El líquido pleural es un claro, incoloro, baja en proteínas (<1,5 g / dl), ácido hialurónico ricos, fina capa de líquido situado entre la pleura parietal y visceral (7). Este ácido hialurónico líquido rico en funciones como un lubricante, que reduce la fricción entre las dos superficies pleurales durante los movimientos respiratorios de la ventilación. PF también proporciona la tensión superficial que mantiene la superficie del pulmón en aposición con la pared torácica (8). Esto permite que la inflación óptima de los alvéolos durante la respiración (9). También se transmite directamente las presiones de la pared torácica a la superficie de la pleura visceral, por lo tanto, los movimientos de la pared del tórax durante la respiración están íntimamente unida a los movimientos de los pulmones.

Pleural suministro de sangre y drenaje linfático

La formación de la PF en el espacio pleural representa un equilibrio entre las fuerzas de la presión de los buques de la pleura visceral y parietal y el drenaje linfático del espacio pleural. Un derrame pleural resultados de la alteración de este equilibrio.

Pleural suministro de sangre

La pleura visceral recibe suministro de sangre en su mayoría del sistema de la arteria bronquial, y su drenaje venoso es a través de las venas pulmonares. La pleura parietal obtener suministro de sangre de los capilares sistémica basada en la localización anatómica de la cavidad torácica, es decir, la pleura costal irrigado por las arterias intercostales, la pleura mediastínica por la arteria pericardiophrenic, y la pleura diafragmática por las arterias superior y musculofrénica. El drenaje venoso de la pleura parietal es a través de las venas intercostales (5).

Pleural vasos linfáticos

La anatomía linfáticos de la pleura visceral y parietal es complejo y más allá del alcance de este artículo, pero es importante para la homeostasis (equilibrio) de volumen de líquido pleural en el individuo normal. En pocas palabras, la linfa es el líquido producido por el sistema linfático, que contiene las células blancas de la sangre y otras materias. En un estado anormal o enfermedad, el exceso de producción o disminución de la absorción de la linfa desempeña un papel importante en la generación de EPP. Un componente fundamental de la anatomía linfática es la existencia de poros que ocurren naturalmente en la parte caudal o posterior de la pleura parietal periféricos e inferior pleura parietal mediastínica que son capaces de transferir las partículas y células directamente en los canales linfáticos para el retiro (10).

Pleural Inervación

La ubicación de la inervación pleural (los nervios que inervan la pleura) es importante para el diagnóstico, ya que al ser estimulados facilita la localización o la remisión de los síntomas que indican la patología pleural. La pleura parietal que contiene las fibras nerviosas sensoriales que se derivan de la pared torácica, o de los nervios intercostales que irrigan el diafragma periférica, y el nervio frénico que la oferta la parte central del diafragma. La estimulación de los nervios intercostales pleural genera una sensación de dolor que se hace referencia a la pared torácica adyacente. La estimulación del nervio frénico pleural genera una sensación de dolor que se refiere el lado ipsilateral (enfrente) hombro (5). La pleura visceral que cubre el parénquima pulmonar no contienen fibras del dolor (5). Por lo tanto, el dolor pleurítico plazo pecho indica inflamación o irritación de la pleura parietal.

Fisiología del líquido pleural Formación

El líquido pleural (PF), la formación en el estado fisiológico normal es un líquido intersticial de la pleura parietal. Esta formación de líquido es generado por un gradiente de presión de la red como resultado de la pleura parietal de suministro de sangre y el gradiente de presión dentro de la cavidad torácica. Suministro de sangre La pleura parietal es de la circulación arterial sistémica, y la presión en el espacio pleural es menor lo que genera un gradiente de presión de la red del flujo del fluido intersticial desde el intersticio pleural y el espacio pleural (5).

En condiciones normales aproximadamente 0.2-0.3 ml / kg de PF está presente en el espacio pleural. Su volumen de negocios continua representa un equilibrio entre la producción de los vasos sistémicos de la pleura (sobre todo de los capilares de las partes menos dependiente de la pleura parietal) y la absorción por los vasos linfáticos pleurales (principalmente en las regiones más dependientes de la pleura parietal) (5, 11). La tasa de producción de la PF en condiciones homeostático se estima en 0,01 ml / kg / h, y se rige por la permeabilidad de los vasos pleural y el equilibrio de los gradientes de hidrostática y oncótica (la presión ejercida por la presión sanguíneos que irrigan la pleura y la proteína en la sangre) a través de superficies pleurales (5). Normal PF es bajo en proteína (~ 1 g / dl), ligeramente alcalino, en comparación con el suero, y relativamente hipocelular con unos 2000 glóbulos blancos (leucocitos) / microlitro en un predominio de los monocitos / macrófagos con un 10-20% de linfocitos y granulocitos pocos y los eritrocitos (glóbulos rojos) (5).

Líquido pleural Formación - anormal Estado

En el estado fisiológico normal, la entrada y salida de la PF y de proteínas en el espacio pleural se equilibran de manera que un volumen constante y la concentración de proteínas existen (1). En la enfermedad o estados anormales, hay alteraciones en la presión microvascular o trastorno en la permeabilidad microvascular, lo que se altera el equilibrio y da lugar a la acumulación de líquido y una alteración en la concentración de proteínas PF (1). El contenido de proteína y el aumento de los componentes celulares de la PF a menudo son útiles en la determinación de causa de la enfermedad (1).

CUADRO I:

6 mecanismos responsables de la acumulación anormal de volumen de la PF    
1.Aumento de la presión hidrostática en la circulación de la microvasculatura
2.Disminución de la presión oncótica en la circulación de la microvasculatura
3.Disminución de la presión en el espacio pleural
4.Aumento de la permeabilidad de la circulación de la microvasculatura
5.Deterioro del drenaje linfático del espacio pleural
6.Movimiento de líquido del espacio peritoneal

Las manifestaciones clínicas de un derrame pleural

La presencia de una acumulación anormal de la PF en el espacio pleural, afecta a tres sistemas diferentes, y los síntomas de un paciente puede ser atribuida a estos efectos. Desde un PLE es un espacio-entidad ocupante, tiene un efecto de ocupación de espacio (es necesario reducir o comprimir el espacio) en los otros órganos del tórax, es decir, el diafragma, los pulmones y el corazón (5). Como PLE se acumula, el hemidiafragma correspondiente puede estar deprimido por el peso y la presión de la PF, que conduce a la función diafragmática ineficaces (12). Un efecto PLE en el pulmón es (a) el pulmón hay que perder de volumen y / o (b) la cavidad torácica, que se hacen más grandes (5). Por lo tanto, la presencia de un PLE produce una disfunción ventilatoria restrictiva (13). Además, la presencia de un PLE puede comprometer la función cardíaca (14, 15), impidiendo el llenado ventricular y, posteriormente, la disminución del gasto cardíaco. Este compromiso cardíaco contribuye a las denuncias de intolerancia al ejercicio, tales como falta de aliento y pesadez en el pecho.

Los síntomas físicos de un PLE puede estar ausente, pero con frecuencia incluyen disnea (dificultad para respirar), debido a la reducción de las subdivisiones de todos los volúmenes pulmonares y la alteración de la función del diafragma (5). Curiosamente, la disnea suele ser desproporcionado a la hipoxemia mensurable o reducción de volumen pulmonar, y parece ser producto de la ineficiencia mecánica de los músculos respiratorios debido a la distorsión de la pared torácica y el diafragma por el derrame. Un paciente puede tener un lugar seco, tos no productiva secundaria a la inflamación pleural y / o la compresión de los pulmones, causando contacto de la pared bronquial estimular el reflejo de la tos (5). A veces, el paciente experimenta un agudo y punzante dolor pleurítico debido a la inflamación y la estimulación de las fibras del dolor de la pleura parietal (5).

Examen físico Apreciación de un derrame pleural

Sellos del PLE en el examen físico se reducen los ruidos respiratorios, apatía o percusión plana, y disminución del frémito táctil (la sensación normales de vibración de la pared torácica durante, por ejemplo, el habla) sobre el área del derrame, pero estos hallazgos físicos en general, se producen sólo con PLE> 300 ml de tamaño (5). Otros hallazgos, como un roce pleural por auscultación puede acompañar el desarrollo de un PLE secundario a pleuritis, y dependen de la patología subyacente. En los casos de derrames grandes, la auscultación de egofonía (E a A los cambios) y crepitantes inspiratorios puede ser escuchado por encima del derrame, lo que refleja que recubre el pulmón comprimido derrame (5). Las señales de tensión o de aumento de la presión pleural que afecta a un hemitórax, tales como cambio de la línea media de la tráquea y el abultamiento de los espacios intercostales pueden acompañar a los derrames masivos (5). Cabe señalar que un hemidiafragma elevado puede producir todos los hallazgos del examen físico de un PLE (5).

Imágenes radiográficas de un derrame pleural

Posteroanterior tradicional en posición vertical y lateral (PA y lateral), las radiografías no son muy sensibles en la búsqueda de un PLE. Para identificar un PLE en una visión radiográfica PA debe ser> 200 ml de derrame a causa embotamiento de los ángulos laterales costofrénico, y al menos 50-75 ml de PF debe acumular antes de aplanamiento del ángulo costodiafragmático posterior puede ser identificado en el lateral vista radiológico del tórax (5). Sin embargo, tan poco como 5 ml de PF puede ser detectado mediante un lateral de la radiografía de tórax en decúbito. Las opiniones de decúbito lateral son particularmente útiles para la identificación de PLE, que no son evidentes en las opiniones pie debido a la inversión del diafragma o un PLE subpulmonar, así como PLE no se desprende en posición supina, radiografía de tórax anteroposterior portátiles (5). Cabe señalar que PF atrapado o tabicados puede dar lugar a la aparición de las colecciones de PF lenticular o redondeadas en la pared torácica o en las fisuras de mayor o menor de los pulmones (5).

El ultrasonido puede ser útil en el diagnóstico y toma de muestras de colecciones de PF tabicados y guiado de toma de muestras de PLE pequeñas. La tomografía computarizada (TC) es el estudio radiográfico más sensible para la detección y delimitación de las colecciones de PLE. Orientación CT también puede ser útil en la toma de muestras de la PF loculados o la colocación de catéteres de drenaje en PLE organizado complejos que son difíciles de evacuar.

Abordaje del paciente

Una vez que el PLE se identifica esto indica una acumulación anormal de líquido en el espacio pleural y la causa se debe determinar si la etiología de la PLE es desconocida. La mayoría de los procedimientos para el diagnóstico de enfermedad pleural se dirigen a determinar la etiología de un PLE. En general, la naturaleza y la etiología de un derrame pleural debe determinarse siempre que la distancia entre el interior de la cavidad torácica y el exterior del parénquima pulmonar es mayor de 10 mm en la radiografía de tórax en decúbito lateral.

En los casos de PLE insignificante, en el que el volumen de PF es <1 cm (<10 mm), una radiografía de tórax en decúbito lateral, el muestreo puede ser diferido y el paciente observado. Sin embargo, si la imagen de PF es> 10 mm (1 cm) por radiografía en decúbito lateral o ultrasonido y la etiología del PLE es desconocido, una toracocentesis debe realizarse (16).


Toracocentesis

La toracocentesis es la aspiración de la PF en el espacio pleural mediante la inserción percutánea de una aguja o catéter de pequeño calibre a través de la pared torácica. La toracocentesis puede ser tanto de diagnóstico, terapéuticos, o ambos, y ayuda a determinar si el drenaje futuro los procedimientos de diagnóstico e intervenciones son necesarias. La toracocentesis es diagnóstica en aproximadamente el 75% de los pacientes y útil en la gestión de un 15-20% adicional (17). El diagnóstico se puede establecer definitivamente mediante toracocentesis de empiema, neoplasia, tuberculosis, infección fúngica, pleuritis lupus, quilotórax, y la ruptura del esófago (1). PF análisis adicionales pueden ser indicativos de múltiples otras causas de PLE (1).

Toracocentesis Procedimiento

La toracocentesis es la aspiración de líquido del espacio pleural mediante la inserción percutánea de una aguja o catéter de pequeño calibre a través de la pared torácica.

Indicaciones:

La indicación clínica más frecuente es la evaluación de un derrame pleural (PLE), de etiología desconocida, lo que generalmente comienza con la determinación de si se trata de trasudados (acelular y sugerente de un desequilibrio de la presión hidrostática) o exudativa (sugestivos de malignidad o un proceso infeccioso) mediante la realización de PF análisis. Este análisis se discuten en mayor detalle a continuación.

Contraindicaciones:

No existen contraindicaciones absolutas para la toracocentesis, sin embargo, coagulopatía diátesis hemorrágica, pequeño tamaño, presencia de loculación, un espacio pleural borrado, insuficiencia respiratoria significativa en el pulmón contralateral, mal definida referencias anatómicas, o un paciente que no cooperan son contraindicaciones relativas.

Procedimiento:

El asiento del paciente cómodamente en posición vertical y ligeramente inclinado hacia adelante en un soporte. Realizar la percusión de la pared torácica posterior para determinar el nivel de la efusión y la palpación para identificar puntos de referencia posterior, laterales anatómica. La ecografía es especialmente útil en la localización de los derrames que son pequeñas, lobulada, o en pacientes ventilados mecánicamente. Una técnica estéril, se usa para preparar la superficie de la piel y aplicar paños estériles. La piel se anestesia con lidocaína al 1%, haciendo una pápula subcutánea en el espacio intercostal adecuado. Una aguja de mayor calibre se utiliza para anestesiar a las estructuras más profundas intercostal cuidadosamente avanzando por el borde inferior del espacio intercostal inmediatamente encima de la costilla inferior, evitando así un perjuicio a los haces neurovasculares que se encuentra por arriba en el espacio intercostal. Una vez que el líquido pleural (PF), se localiza, se obtienen muestras de diagnóstico para el análisis y la cultura. Tubo flexible de plástico y botellas de vacío deben ser empleados en este momento si una toracocentesis terapéutica se está realizando. Generalmente no más de 1500 ml de líquido pleural debe ser eliminado de una vez para minimizar el riesgo de re-expansión de edema pulmonar. Mayores volúmenes de PF se puede quitar si se realiza lentamente, pero el procedimiento debe cesar si el paciente empieza a tos, dolor de pecho, o demostrar otros signos de aumento de la presión pleural negativa. La aguja o catéter se retira y el sitio vendada después de terminar la toracocentesis. Frémito No es necesario realizar una radiografía de tórax de forma rutinaria después de la toracocentesis salvo que el aire se obtiene durante la toracocentesis, tos, dolor torácico, disnea o desarrolla, o táctil está perdido en la parte superior del hemitórax aspiración (18).

Análisis de líquido pleural

El análisis de la muestra PF es fundamental para determinar la etiología de la PLE. El contexto clínico en el que se descubrió el PLE dicta que los estudios de laboratorio deben realizarse y el grado en que se lleva a cabo el diagnóstico de una enfermedad en particular.

Bruto Apariencia - El aspecto del líquido pleural (PF), debe examinarse directamente. Frank pus con un olor putrefacto sugiere empiema; líquido extremadamente sangrienta sugiere hemotórax o malignidad. A PF nubes es consistente con quilotórax o empiema, pero claro de color paja PF sugiere un trasudado (1).

PF Química - trasudado versus exudado - esencial para el diagnóstico de ELP es la distinción entre PLE trasudados y exudativa. Trasudativos PLE son bajos en proteínas, acelular PF que suelen surgir de los desequilibrios en la pleura normal del cuerpo hidrostática y / o de las fuerzas oncótica en el marco de lo contrario, y que, PLE exudativa son ricos en proteínas ya menudo celular, por lo general, lo que refleja un proceso inflamatorio o infiltración directa afectar a la pleura, tales como infección o tumor maligno (1).

Criterios de Light
Esta distinción se realiza mejor mediante el uso de PF y la proteína de suero y lactato deshidrogenasa (LDH) medidas a aplicar "criterios de luz" (19). Un PLE es probable exudativa si uno o más de los siguientes criterios de Light se cumplen:

1.PF proteína / proteínas séricas Ratio> 0,5
2.PF LDH / LDH sérica Ratio> 0,6
3.PF LDH> Dos tercios de los límites máximos de la LDH sérica normal Rango de

En ocasiones, estos criterios de Light pueden ser atendidas en la clínica de la evidencia clínica sólida para sugerir un PLE transudativo, tales como el establecimiento de la terapia diurética recientes. La determinación de la PF - gradiente de albúmina de suero es útil, en que un gradiente de> 1,2 g / dl es indicativo de un PLE transudativo (20). Por lo tanto, PF y proteínas séricas, albúmina, y lactato deshidrogenasa (LDH), siempre debe ser obtenido a diferenciar entre PLE trasudados y exudativa. La glucosa, pH, triglicéridos amilasa, y el colesterol pueden ser ordenados según lo dictado por el contexto clínico.

El recuento de células y Citología - recuento completo de células y diferenciado son particularmente útiles para limitar el diagnóstico. Análisis citológico de PF concentrada es de diagnóstico en 40-90% de PLE malignas en función del volumen de la muestra y el número de muestreos repetidos (1).

Manchas microbiológico y Culturas - Todas las muestras toracocentesis, pero sobre todo PLE exudativa, debe ser Gram y ácido-rápido-de colores. Además, la cultura de aeróbica / bacterias anaeróbicas y organismos de micobacterias se debe realizar (1).

CUADRO II: Análisis de líquido pleural

Aspecto de la PF
De glóbulos rojos y glóbulos blancos con diferencial
De proteínas y albúmina Medidas
Ácido láctico deshidrogenasa (LDH)
pH
Las manchas de hongos y bacterias (Gram y KOH manchas)
Cultivos microbiológicos
Las pruebas para pleural maligna
Citología
Inmunohistoquímica
Prueba para la tuberculosis pleural
Las bacterias ácido Fast Stains
La adenosina deaminasa y el interferón gamma
Estudios inmunológicos
Análisis de lípidos

CUADRO III: Diagnóstico diferencial del derrame pleural

Diagnóstico diferencial de los trasudados pleurales
Insuficiencia Cardíaca Congestiva
Cirrosis Hepática
Diálisis Peritoneal
Urinothorax
Síndrome nefrótico
Hipoalbuminemia
Glomerulonefritis
Fugas de líquido cefalorraquídeo
Obstrucción de vena cava superior
Procedimiento de Fontan
Síndrome de Meigs
Embolia Pulmonar
Sarcoidosis
Atelectasia

Diagnóstico diferencial de los derrames pleurales exudativa
Neoplásicas o Enfermedad metastásica
Enfermedades Infecciosas
Embolia Pulmonar
Enfermedades gastrointestinales
Enfermedad cardíaca
Obstétricos y ginecológicos de Enfermedades
Enfermedad vascular del colágeno
Inducido por medicamentos Enfermedad pleural
Hemotórax
Quilotórax
Enfermedades diversas y Condiciones


Riesgos y complicaciones de la toracocentesis

Neumotórax (colapso pulmonar) es la complicación más común de la toracocentesis, ocurriendo en aproximadamente el 10% de los casos. Los factores de riesgo de neumotórax incluyen PLE pequeñas o lobulada, de espesor de la pared torácica, y un paciente no colaborador. Un neumotórax puede ser tratada de forma conservadora con oxígeno suplementario, la observación y el pecho repetidos exámenes de rayos X. Sin embargo, si el neumotórax no se resuelven espontáneamente con tratamiento conservador, una toracotomía tubo torácico (inserción de un tubo en el pecho) para evacuar el aire del espacio pleural para volver a inflar el pulmón colapsado es necesario.

Hemotórax y la laceración del parénquima pulmonar son complicaciones raras. Hemotórax suele ser resultado de la laceración de un buque intercostales coagulopatía en un paciente, mientras que las laceraciones del parénquima están relacionados con la habilidad del operador pobres.

Re-expansión edema pulmonar puede ser más común después de la eliminación de más de 1000 ml de PF. La etiología de esta complicación es desconocida; varias series de pacientes sugieren que puede o no puede ser más común que se pensaba anteriormente.

Infecciones de la pared torácica o en el espacio pleural ocurrir, pero son extremadamente raros.

Derrame pleural de etiología desconocida

La etiología de un derrame pleural exudativo en un número considerable de pacientes sigue siendo desconocida, incluso después de una historia clínica completa, exploración física y análisis de la PF (21). Si un PLE exudativa persiste a pesar del tratamiento conservador y un diagnóstico de la tuberculosis o la neoplasia se encuentra aún en la diferencia, entonces pleural invasoras muestreo enfoques alternativos, tales como la biopsia con aguja cerrada pleural, biopsia pleural toracoscópica, o una biopsia abierta de la pleura debe ser considerada. Sin embargo, a pesar de estos procedimientos más invasivos, un diagnóstico no está establecido en aproximadamente el 15% de los pacientes (16).