La próstata es una glándula del aparato genital masculino que, junto con las vesículas seminales, epidídimo, túbulos seminíferos y glándulas bulbouretrales, contribuye a la producción del líquido seminal. Está situada debajo de la vejiga, delante de la ampolla rectal y rodeando el inicio de la uretra entre el cuello vesical y el esfínter estriado, tiene forma de castaña y está envuelta por una cápsula.
Esta glándula, en condiciones normales, en hombres jóvenes, pesa alrededor de 20 gramos, aumentando de tamaño con los años. La próstata puede presentar principalmente dos patologías, éstas son: hiperplasia benigna de próstata y cáncer de próstata.
HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA (HBP) O ADENOMA PROSTÁTICO
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) comienza a mediana edad y aumenta de forma gradual con el envejecimiento. Cuando los signos clínicos se presentan, son subestimados por el paciente porque la agravación es muy progresiva.
Se caracteriza por la proliferación histológica de la próstata, que aumenta de volumen y llega a producir una obstrucción de la salida del tracto urinario inferior.
Toda modificación de forma y volumen de esta glándula puede tener consecuencias sobre el flujo de la orina. Los síntomas más frecuentes son:
• Aumento de la frecuencia miccional.
• Nicturia.
• Goteo post-miccional.
• Retención de orina.
• Incontinencia urinaria.
• Chorro débil e intermitente.
• Urgencia miccional.
• Sensación de vaciado incompleto.
Estos síntomas pueden ser agravados por elementos diversos como el sedentarismo, el frío, la humedad, la ingesta de ciertas substancias, tales son: alcohol, café, tabaco, bebidas carbonatadas.
Para el diagnóstico se realiza: historia clínica detallada, tacto rectal, sedimento y cultivo urinario, PSA (Antígeno Prostático Específico; es conveniente tener en cuenta los factores que pueden modificar los valores normales de PSA que son: algunos deportes como ciclismo o hípica, coito reciente, vuelo en avión previo a la exploración), ecografía prostática transrectal, residuo post-miccional y flujometría.
CÁNCER DE PRÓSTATA
Si bien la incidencia de este tumor ha aumentado en los últimos años, la mortalidad del cáncer de próstata ha descendido gracias a las mejoras en el diagnóstico precoz y en el tratamiento. En Europa es el tumor maligno más frecuente que afecta al hombre.
Se considera un proceso multifactorial relacionado con factores genéticos, antecedentes familiares (aumentando el riesgo si lo padece un familiar de primer grado y de forma exponencial si hay varios miembros de la familia afectados), ciertas exposiciones ambientales tales como plaguicidas, estilos de vida donde influye la dieta rica en grasas animales y la exposición al cadmio.
El diagnóstico se realiza por medio de un tacto rectal, marcadores de PSA (cuyos valores normales son 4 ng/ml), ultrasonografía transrectal y biopsia. También se puede disponer del diagnóstico por imagen, si se requiere, con RMN y TAC.
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) comienza a mediana edad y aumenta de forma gradual con el envejecimiento. Cuando los signos clínicos se presentan, son subestimados por el paciente porque la agravación es muy progresiva.
Se caracteriza por la proliferación histológica de la próstata, que aumenta de volumen y llega a producir una obstrucción de la salida del tracto urinario inferior.
Toda modificación de forma y volumen de esta glándula puede tener consecuencias sobre el flujo de la orina. Los síntomas más frecuentes son:
• Aumento de la frecuencia miccional.
• Nicturia.
• Goteo post-miccional.
• Retención de orina.
• Incontinencia urinaria.
• Chorro débil e intermitente.
• Urgencia miccional.
• Sensación de vaciado incompleto.
Estos síntomas pueden ser agravados por elementos diversos como el sedentarismo, el frío, la humedad, la ingesta de ciertas substancias, tales son: alcohol, café, tabaco, bebidas carbonatadas.
Para el diagnóstico se realiza: historia clínica detallada, tacto rectal, sedimento y cultivo urinario, PSA (Antígeno Prostático Específico; es conveniente tener en cuenta los factores que pueden modificar los valores normales de PSA que son: algunos deportes como ciclismo o hípica, coito reciente, vuelo en avión previo a la exploración), ecografía prostática transrectal, residuo post-miccional y flujometría.
CÁNCER DE PRÓSTATA
Si bien la incidencia de este tumor ha aumentado en los últimos años, la mortalidad del cáncer de próstata ha descendido gracias a las mejoras en el diagnóstico precoz y en el tratamiento. En Europa es el tumor maligno más frecuente que afecta al hombre.
Se considera un proceso multifactorial relacionado con factores genéticos, antecedentes familiares (aumentando el riesgo si lo padece un familiar de primer grado y de forma exponencial si hay varios miembros de la familia afectados), ciertas exposiciones ambientales tales como plaguicidas, estilos de vida donde influye la dieta rica en grasas animales y la exposición al cadmio.
El diagnóstico se realiza por medio de un tacto rectal, marcadores de PSA (cuyos valores normales son 4 ng/ml), ultrasonografía transrectal y biopsia. También se puede disponer del diagnóstico por imagen, si se requiere, con RMN y TAC.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Ambas patologías, hiperplasia benigna de próstata y cáncer de próstata, pueden ser tratadas mediante la intervención quirúrgica. Para la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la elección del tipo de procedimiento quirúrgico se basa en la gravedad de los síntomas, y en el tamaño y la forma de la glándula.
La intervención más frecuente es la resección endoscópica, en adenomas de pequeño o medio volumen, o la adenomectomía a cielo abierto, en los adenomas voluminosos.
En el caso de cáncer de próstata, la prostatectomía tiene por objeto eliminar toda la próstata junto con las vesículas seminales. La prostatectomía radical retropúbica continúa siendo el tratamiento de elección. La prostatectomía también se puede realizar por vía perineal o laparoscópica, esta última puede ser mediante robótica (Da Vinci).
La radioterapia, la braquiterapia (implantación intersticial de radioisótopos) y el tratamiento hormonal son otras alternativas de tratamiento.
En el cáncer de próstata, la posibilidad de realizar un procedimiento que respete la anatomía del sistema nervioso está relacionada con el estadio tumoral y con la experiencia del cirujano. Debido a que el plexo neurovascular se localiza muy próximo a la cápsula de la próstata, la preservación de dichas estructuras sólo es posible cuando el tumor es limitado.
Ambas patologías, hiperplasia benigna de próstata y cáncer de próstata, pueden ser tratadas mediante la intervención quirúrgica. Para la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la elección del tipo de procedimiento quirúrgico se basa en la gravedad de los síntomas, y en el tamaño y la forma de la glándula.
La intervención más frecuente es la resección endoscópica, en adenomas de pequeño o medio volumen, o la adenomectomía a cielo abierto, en los adenomas voluminosos.
En el caso de cáncer de próstata, la prostatectomía tiene por objeto eliminar toda la próstata junto con las vesículas seminales. La prostatectomía radical retropúbica continúa siendo el tratamiento de elección. La prostatectomía también se puede realizar por vía perineal o laparoscópica, esta última puede ser mediante robótica (Da Vinci).
La radioterapia, la braquiterapia (implantación intersticial de radioisótopos) y el tratamiento hormonal son otras alternativas de tratamiento.
En el cáncer de próstata, la posibilidad de realizar un procedimiento que respete la anatomía del sistema nervioso está relacionada con el estadio tumoral y con la experiencia del cirujano. Debido a que el plexo neurovascular se localiza muy próximo a la cápsula de la próstata, la preservación de dichas estructuras sólo es posible cuando el tumor es limitado.
COMPLICACIONES DE LA PROSTATECTOMÍA
Entre las complicaciones más frecuentes a corto, medio y largo plazo se registran:
• Hemorragia.
• Infección.
• Incontinencia urinaria.
• Disfunción eréctil.
Nos vamos a centrar en las complicaciones a medio y largo plazo, que son las dos últimas citadas en el párrafo anterior.
Incontinencia urinaria
Es la complicación que ocasiona una mayor afectación en la calidad de vida de los pacientes. La cirugía radical prostática disminuye la longitud de la uretra, su inervación, elasticidad y vascularización. Por tanto, la preservación de tanta uretra como sea posible es importante a la hora de conseguir una buena continencia urinaria, siendo también importante la conservación de las bandeletas neurovasculares.
Disfunción eréctil
A pesar de los progresos técnico-quirúrgicos que hoy en día se aplican, es imposible garantizar la conservación de una erección completa o parcial después de una prostatectomía. La recuperación natural de la erección puede no ocurrir hasta pasados 24 meses de la cirugía.
Por otra parte, esta intervención suprime definitivamente la eyaculación, lo que sin embargo no priva de la sensación de placer en las relaciones sexuales.
PATOGENIA DE LA INCONTINENCIA URINARIA
Una prostatectomía por hiperplasia benigna de próstata (HBP) o, especialmente, una prostatectomía radical, pueden producir tanto incontinencia de esfuerzo como de urgencia. El planteamiento del tratamiento será diferente para el paciente con incontinencia de esfuerzo o con hiperactividad del detrusor.
Disfunción vesical
Es un detrusor hiperactivo que provoca una incontinencia de urgencia.
Debido a contracciones no inhibidas previas a la cirugía que se mantienen al eliminar el obstáculo. También influyen los procesos inflamatorios de la celda prostática pre- epitelización.
Incompetencia esfinteriana
Esfínter debilitado.
Lesión del esfínter estriado, puede suceder en la RTU (Resección transuretral).
Entre las complicaciones más frecuentes a corto, medio y largo plazo se registran:
• Hemorragia.
• Infección.
• Incontinencia urinaria.
• Disfunción eréctil.
Nos vamos a centrar en las complicaciones a medio y largo plazo, que son las dos últimas citadas en el párrafo anterior.
Incontinencia urinaria
Es la complicación que ocasiona una mayor afectación en la calidad de vida de los pacientes. La cirugía radical prostática disminuye la longitud de la uretra, su inervación, elasticidad y vascularización. Por tanto, la preservación de tanta uretra como sea posible es importante a la hora de conseguir una buena continencia urinaria, siendo también importante la conservación de las bandeletas neurovasculares.
Disfunción eréctil
A pesar de los progresos técnico-quirúrgicos que hoy en día se aplican, es imposible garantizar la conservación de una erección completa o parcial después de una prostatectomía. La recuperación natural de la erección puede no ocurrir hasta pasados 24 meses de la cirugía.
Por otra parte, esta intervención suprime definitivamente la eyaculación, lo que sin embargo no priva de la sensación de placer en las relaciones sexuales.
PATOGENIA DE LA INCONTINENCIA URINARIA
Una prostatectomía por hiperplasia benigna de próstata (HBP) o, especialmente, una prostatectomía radical, pueden producir tanto incontinencia de esfuerzo como de urgencia. El planteamiento del tratamiento será diferente para el paciente con incontinencia de esfuerzo o con hiperactividad del detrusor.
Disfunción vesical
Es un detrusor hiperactivo que provoca una incontinencia de urgencia.
Debido a contracciones no inhibidas previas a la cirugía que se mantienen al eliminar el obstáculo. También influyen los procesos inflamatorios de la celda prostática pre- epitelización.
Incompetencia esfinteriana
Esfínter debilitado.
Lesión del esfínter estriado, puede suceder en la RTU (Resección transuretral).
Incontinencia por obstrucción
Debido a estenosis uretral, esclerosis cervical o diafragma cérvico-prostático.
A causa de un adenoma residual.
TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA
• Incontinencia de esfuerzo
Entrenamiento muscular del suelo pélvico en las posiciones de decúbito dorsal, lateral, sedestación y bipedestación. Debe incluir ejercicios de contracción lentos y rápidos, porque tienen que ejercitarse tanto las fibras musculares de tipo I como las de tipo II.
Electroestimulación. Se utiliza una corriente rectangular bifásica simétrica.
Biofeeback.
Entrenamiento al esfuerzo.
• Incontinencia de urgencia
Medidas higiénico-dietéticas:
Entrenamiento vesical, cuyo objetivo es restaurar el patrón miccional y el funcionamiento de la vejiga a través del establecimiento de un intervalo de tiempo para orinar.
Eliminar elementos irritantes como el café, el alcohol y el tabaco.
Electroestimulación para la inestabilidad del detrusor.
Entrenamiento muscular del suelo pélvico.
Biofeeback.
Anticolinérgicos.
Según un estudio, se ha constatado que la cinesiterapia y la electroestimulación aplicadas de forma precoz al paciente con incontinencia urinaria posterior a una prostatectomía radical, es una alternativa de tratamiento conservador que tiene gran aceptación y debe ser considerada.
No debemos olvidar las ayudas que contribuyen a la mejora de la calidad de vida de los pacientes, tanto de forma habitual (absorbentes) como eventualmente (dispositivo externo de compresión peneana: con una pinza se consigue la compresión externa de la uretra; sonda colectora).
TRATAMIENTO DE LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Es importante que el paciente conozca de antemano las posibles complicaciones de la intervención, la recuperación natural de la erección puede no ocurrir hasta 24 meses después de la cirugía. Esto no sería motivo para demorar la rehabilitación, al contrario, la literatura indica que la rehabilitación debe ser iniciada lo más pronto posible.
Existen otras alternativas de tratamiento que pueden ser de ayuda para los pacientes que no logran recuperar de forma natural la erección, tales como: terapia oral, dispositivos de vacío, inyecciones intracavernosas y prótesis peneanas.
Según estudios, para la prevención de la disfunción eréctil tras una prostatectomía radical es recomendable el uso de forma precoz de un dispositivo de vacío o de prostaglandinas E1, con la intención de conservar la elasticidad y preservar la oxigenación del tejido, habiéndose propuesto además el uso de Sildenafilo para este fin.
Debido a estenosis uretral, esclerosis cervical o diafragma cérvico-prostático.
A causa de un adenoma residual.
TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA
• Incontinencia de esfuerzo
Entrenamiento muscular del suelo pélvico en las posiciones de decúbito dorsal, lateral, sedestación y bipedestación. Debe incluir ejercicios de contracción lentos y rápidos, porque tienen que ejercitarse tanto las fibras musculares de tipo I como las de tipo II.
Electroestimulación. Se utiliza una corriente rectangular bifásica simétrica.
Biofeeback.
Entrenamiento al esfuerzo.
• Incontinencia de urgencia
Medidas higiénico-dietéticas:
Entrenamiento vesical, cuyo objetivo es restaurar el patrón miccional y el funcionamiento de la vejiga a través del establecimiento de un intervalo de tiempo para orinar.
Eliminar elementos irritantes como el café, el alcohol y el tabaco.
Electroestimulación para la inestabilidad del detrusor.
Entrenamiento muscular del suelo pélvico.
Biofeeback.
Anticolinérgicos.
Según un estudio, se ha constatado que la cinesiterapia y la electroestimulación aplicadas de forma precoz al paciente con incontinencia urinaria posterior a una prostatectomía radical, es una alternativa de tratamiento conservador que tiene gran aceptación y debe ser considerada.
No debemos olvidar las ayudas que contribuyen a la mejora de la calidad de vida de los pacientes, tanto de forma habitual (absorbentes) como eventualmente (dispositivo externo de compresión peneana: con una pinza se consigue la compresión externa de la uretra; sonda colectora).
TRATAMIENTO DE LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Es importante que el paciente conozca de antemano las posibles complicaciones de la intervención, la recuperación natural de la erección puede no ocurrir hasta 24 meses después de la cirugía. Esto no sería motivo para demorar la rehabilitación, al contrario, la literatura indica que la rehabilitación debe ser iniciada lo más pronto posible.
Existen otras alternativas de tratamiento que pueden ser de ayuda para los pacientes que no logran recuperar de forma natural la erección, tales como: terapia oral, dispositivos de vacío, inyecciones intracavernosas y prótesis peneanas.
Según estudios, para la prevención de la disfunción eréctil tras una prostatectomía radical es recomendable el uso de forma precoz de un dispositivo de vacío o de prostaglandinas E1, con la intención de conservar la elasticidad y preservar la oxigenación del tejido, habiéndose propuesto además el uso de Sildenafilo para este fin.
INFORMACIÓN A LOS PACIENTES
La información pre y post-operatoria tiene efectos positivos sobre los grados de ansiedad y de satisfacción de los pacientes.
Informar de forma adecuada a los pacientes que se someten a una intervención quirúrgica puede beneficiar su recuperación y su percepción del proceso.
Los resultados de un estudio de Callaghan et al subrayan la importancia de proporcionar a los pacientes, por escrito, la información pre-operatoria específica y adecuada a sus necesidades. Acompañar la información verbal con material impreso ofrece la ventaja de permitir a los pacientes asimilar la información a su propio ritmo y recurrir nuevamente a dicho material con posterioridad.