miércoles, 16 de marzo de 2011

engordando por comer tarde en la noche?

Existen varias posiciones en cuanto a comer tarde, sobre todo cuando se trata de bocadillos luego de la cena. Muchos consideran que este hábito es la causa de los kilos o libras de más, otros lo consideran el fracaso de sus dietas y algunos, por el contrario, no encuentran nada malo en este hábito. Aquí hablamos de este tema y de algunos descubrimientos que demostrarían por qué quizá comer de noche podría contribuir, pero no dejes de cenar. Sigue leyendo.
Cansada de probar dietas mágicas y milagrosas para adelgazar, que por supuesto no hacían efecto, Marisa decidió intentar su propio método. Había hecho la dieta de la luna, la del atún, la de líquidos y agua. Toda dieta que encontraba o le sugerían, ella la probaba y terminaba frustrada.
Entonces, un día llegó a la errónea conclusión de que para adelgazar debía dejar de consumir calorías y, por lo tanto, había que evitar comer. Así programó su propia dieta: tomaba un jugo de naranja o un vaso de leche al despertar y aguantaba lo más que podía sin comer, a la hora del almuerzo trataba de tomar un yogurt o alguna colación y por la tarde tomaba té o café con edulcorante “para matar la ansiedad” tratando de aguantar lo más posible sin comer.
Pero tal ritmo alimenticio solo duró unos días. En seguida comenzó a levantarse por la noche, mientras todos dormían, a comer cualquier cosa que encontrara en el refrigerador, sin importar si era dulce o salada. A veces se despertaba con hambre, otras en cambio, el dolor de estómago no la dejaba dormir hasta que comía algo.
De ese modo, Marisa no sólo no perdió un solo gramo de sino que estuvo a punto de enfermarse. Uno de los errores más comunes es creer que debes dejar de comer para adelgazar. Por el contrario, ¿se te ha ocurrido que puedes perder tus libras o kilos de más comiendo frecuentemente a lo largo de todo el día?
En este punto, los especialistas coinciden en que es preferible comer más durante el día que por la noche, por la sencilla razón de que las calorías que ingieres en las horas en que estas despierta y activa puedes consumirlas con la misma actividad que realizas. Por la noche, en cambio, luego de cenar te vas a dormir y el cuerpo consume muy pocas de las calorías que has ingerido, con lo cual el excedente se acumula en tu cuerpo.
Esto no significa que debas eliminar la cena ni mucho menos. Ese es otro mito que se formó en torno a esta comida tan importante. Por el contrario, los especialistas recomiendan comer alimentos livianos de noche, pero nunca dejar de hacerlo. En lo posible, sí se aconseja evitar los bocadillos posteriores a la cena, que en general suelen ser altos en calorías y no aportan nutrientes: como chocolates, dulces, galletas y ese tipo de comidas que sí hacen que tus esfuerzos fracasen.
Lo interesante es que unos estudios recientes realizados en ratas parecen corroborar la hipótesis de que en ellas, quienes ingieren calorías durante la noche tienden a ganar hasta el doble del peso que quienes comen durante el día, y no sólo por el consumo de calorías sino también porque es posible que se produzca una interrelación entre la temperatura corporal, el ciclo de sueño y una hormona llamada leptina, que suprime la sensación de hambre. Sin embargo, por el momento, estos descubrimientos son preliminares y faltan hacer más investigaciones al respecto para comprobar qué es lo que ocurre específicamente en las personas cuando comen de más por la noche.
Lo que sí es un hecho es lo que se denomina síndrome de alimentación nocturna, que a menudo se confunde con un problema de sueño cuando no lo es. Consiste en levantarse por la noche a comer, algo similar a lo que le ocurría a Marisa, y si lo padeces no te permite descansar bien.
Teniendo todo esto en cuenta, recuerda que lo más importante es llevar una dieta balanceada y saludable, prestando atención al tamaño de las porciones y desde luego acompañada de una rutina de ejercicios. Si quieres mantenerte en forma y conservar tu salud, no te dejes llevar por las dietas de moda, si tienes dudas, siempre puedes consultar a tu médico o a un dietista registrado que puede orientarte en base a las características propias de tu cuerpo, a tus costumbres y a las libras o kilos que quieras perder. Quizás te sorprendas y descubras que una buena dieta te permitirá disfrutar nuevos sabores y comer bien mientras adelgazas. Y lo principal, es que te sentirás mejor y estarás invirtiendo en tu salud.

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