viernes, 21 de octubre de 2011

Tomar soja podría afectar a la producción de leche materna


La soja llegó hace unos años al mercado posicionándose como una clara alternativa a la leche de vaca para aquellos niños y adultos alérgicos a la proteína de la leche de vaca o bien intolerantes a la lactosa (pese a que ahora hay leches sin lactosa) e incluso para aquellas madres y padres que por creencia prefieren evitar los lácteos en la alimentación.
Esto hace que muchas madres que están dando el pecho, ya sea por convicción o ya sea porque alguien les ha recomendado que eviten los lácteos (si se sospecha que al bebé pueden estar sentándole mal), tomen leche de soja.
El caso es que podría suceder que alguna madre que tome leche de soja viera afectada su producción, puesto que la soja contiene sustancias que llegan a actuar en el cuerpo como si fueran estrógenos, disminuyendo la cantidad de leche.
El pasado Abril acudí al Congreso de Lactancia Materna que se llevó a cabo en Ávila y allí tuve la oportunidad de asistir a una charla del Dr. Jose María Paricio, al que entrevistamos en Bebés y más en relación a la medicación en la lactancia.
En esa charla nos sorprendió a todos comentando que la soja podría disminuir la cantidad de leche de la madre, pues contiene isoflavonas que en el cuerpo se comportan como fitoestrógenos.
Sabiendo que los estrógenos pueden disminuir la producción de leche y que por esta razón no se pueden tomar anticonceptivos mientras se está dando el pecho, a menos que no lleven estrógenos, como el Cerazet, parece lógico advertir a las madres de que la soja podría tener ese efecto.
Recuerdo a una madre que vino al grupo de lactancia del Centro de Salud en el que trabajo que explicó que había notado que la niña pasaba más hambre, como si se le estuviera retirando la leche. Me dejó desconcertado. Fui preguntándole acerca de novedades en sus vidas, por si había sucedido algo muy trágico, por si la niña se cogía menos al pecho, por si podría hacer falta hacer una analítica para ver cómo estaban sus hormonas (sobretodo las tiroideas) y por si había hecho algún cambio a nivel de alimentación. “Hace unos días que no tomo lácteos y me estoy hinchando a soja”, me dijo al final.
Según me explicó, alguien le recomendó que no tomara lácteos para evitar que la niña tuviera cólicos y en sustitución tomaba leche de soja y yogures de soja, pero no poca, sino bastante.
Le comenté la posibilidad de que la soja fuera la causante de la disminución de leche y que probara a dejar de tomar. A la semana siguiente, ya sin tomar soja, todo volvía a ir perfectamente. No sé si la culpable fue la soja o la razón de la disminución fue otra (quizás debería haber vuelto a tomar soja de nuevo para confirmar que descendía la producción), pero ambos nos quedamos con el “podría ser”.
Si entráis en la página web de e-lactancia, esa gran biblia que habla de fármacos y lactancia, y buscáis “soja”, veréis que dice lo siguiente:
Contiene lecitina e isoflavonas como la genisteína, la gliciteína y la daidzeína. La lecitina son fosfolípidos con propiedades hipolipemiantes. Las isoflavonas se comportan como fitoestrógenos, por lo que se emplean también en las hiperlipemias y en los trastornos de la menopausia. No es conveniente abusar de su consumo, ya que los estrógenos pueden disminuir la producción de leche.
Es decir, que podría afectar a la producción y podría no hacerlo demasiado. Por si acaso, si eres madre lactante, tenlo en cuenta.




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